lunes, 19 de enero de 2015

Articulo final


Comienzos de septiembre… Miro las asignaturas del primer cuatrimestre. Ahí está… LITERATURA ESPAÑOLA, LITERATURA INFANTIL Y EDUCACIÓN LITERARIA. ¡Oh no! Sálvese quien pueda, pensé. Se me vino a la cabeza la Literatura de segundo de Bachillerato en el momento en que vi “Literatura española” y ya me veía estudiándome otra vez a todos los autores de todas las épocas y a sus obras, porque obviamente se me han olvidado.
 Al llegar a clase, la primera buena noticia fue que no había examen en esta asignatura, que solo había que hacer un blog. Inmediatamente pensé en si esa metodología serviría para aprender.

Ahora, acabada la asignatura comprendo los objetivos y la metodología. El objetivo no era aprender literatura sino de utilizar la literatura para desarrollar determinadas competencias en mis futuros alumnos, motivarlos hacia la lectura y compartir con ellos una experiencia artística envuelta en diversas sensaciones y emociones. 

Respecto a la metodología, no la comprendía, pensaba que no me iba a portar mucho. En cambio, ahora valoro la metodología por experiencia propia ya que me he dado cuenta que se trabajan cosas tan importantes como el aprendizaje cooperativo, aprender de los demás, aprender a evaluar: crítica constructiva etc.

Antes de empezar la asignatura, respecto lo que hemos visto este cuatrimestre había cosas que si sabía, por experiencia en mi infancia y por experiencia en las practica del año pasado.

Por ejemplo, si sabía lo que era la semana cultural ya que todos los años en mi colegio la hacían y también la vi en el cole de prácticas del año pasado. También he vivido la animación en la lectura, algo que realmente me ha ayudado para la asignatura ya que he podido aplicar conocimientos previos para hacer la actividad que se me pedía.
 
 
 
He aprendido... qué es la literatura infantil.
Literatura: el arte creado con palabra
La literatura infantil y juvenil refuerza la finalidad de dotar a los alumnos de Educación Primaria de las competencias precisas para emplear la lengua como instrumento de comunicación, representación y aprendizaje, así como de animar y motivar a la lectura a niños y jóvenes. Los textos infantiles tanto orales como escritos,  así como la posibilidad de desarrollar la propia creatividad por medio de la imitación, los juegos y las técnicas motivadoras, son recursos fundamentales para el niño a la hora de adquirir, comprender y asimilar los distintos elementos de la lengua y, concretamente, la función poética del lenguaje. Los libros escritos y pensados para niños, basados en las vivencias propias de determinadas edades, son un reclamo efectivo para formar futuros lectores de literatura y para acompañarlos en su formación personal. 
La literatura oral es capaz de trasladar la imaginación del niño a lugares mágicos e insospechados, a tiempos pasados, presentes, futuros..., desarrolla la fantasía y la creatividad infantil y seduce al niño con sus maravillas. Pero es la aparición, ya en los años sesenta del pasado siglo, de un protagonista niño o adolescente en la literatura infantil y juvenil la que ha hecho posible el acercamiento afectivo del niño y del joven lector a la literatura.  
 

 

 

Hablaremos de literatura infantil hasta los 12 años más o menos. Los adolescentes son los receptores de la literatura juvenil.
La Literatura Infantil ayuda al niño a aumentar su marco de referencia. Lo hace creando otros mundos, forjando hechos que la imaginación infantil concibe como vivencias posibles y personajes con los que compartir la anécdota. 
Existen dos grandes vertientes de la Literatura Infantil:
-  Obras con intención de que llegue a los niños.
 - Adaptación de adultos  a niños.
También he aprendido a diferenciar  la Literatura de la Paraliteratura, aunque me costó mucho. La Literatura es un arte que utiliza las palabras para manifestarse. Podríamos definirla como el arte creado con palabras. Su objetivo primordial, como el de cualquier otra de las artes, es el arte en sí, la creación de un objeto artístico que llamamos obra, libro, texto, etc. 
Eso no significa que la literatura no pueda enseñar, provocar una reflexión profunda en el lector sobre el tema tratado o plantear cuestiones morales; pero hemos de tener claro que la literatura, como arte, no está creada para enseñar, ni para inculcar pensamientos o valores. 
La Paraliteratura se entiende  como un conjunto de géneros no canónigos, alguno de los cuales está embutido en las Historias de la Literatura, aunque no tenga en ellas el mismo tratamiento que los géneros oficializados. Son géneros que en alguno de sus rasgos no cumplen las normas que configuran los cánones oficiales. La paraliteratura es un concepto a menudo aplicado a productos como el comic, la novela policíaca, la novela de aventuras o de serie negra, géneros surgidos al calor del entretenimiento y el tiempo libre, y muy en contacto con las sociedades industriales avanzadas.
La Paraliteratura, tal y como indica el prefijo "para-", se sitúa "al lado de" la Literatura. Es decir, los textos paraliterarios presentan casi todas las características de los literarios, pero difieren en algunas de ellas de forma que no pueden considerarse, propiamente, Literatura
Para que un texto sea considerado literario, ha de cumplir con las siguientes características:
 - Su primer objetivo ha de ser el artístico (si su objetivo es vender no es artístico, en cambio, Cela, por ejemplo, escribió para sí mismo)
- La función lingüística predominante será la función poética y se manifestará en el carácter simbólico del lenguaje, el uso especial de las estructuras lingüísticas y la utilización de tropos y figuras literarias.
- Debe pertenecer a uno de los tres géneros literarios: narrativa, poesía y texto teatral.
- Ha de ser un texto de ficción aun cuando esté inspirado en hechos reales. 
También, me di cuenta que confundía ficción con fantasía. No debemos confundir ficción con fantasía. La ficción es una historia que no es real, pero que podría existir, por ejemplo, “Perdona si te llamo amor”; y la fantasía es una historia que además de no ser real, no existe.
Los artículos literarios de Larra son paraliteratura porque su intención primordial era la política; los poemas de guerra de Alberti tienen un objetivo de arenga, muy diferente al de otras obras del genial poeta; los ensayos, en general, también son textos paraliterarios. 
La ficción y la intención artística suelen ser los dos puntos en los que la literatura y la paraliteratura se diferencian más a menudo. 
Es decir, a lo largo de la historia ha existido una paraliteratura infantil de carácter moralizante o didáctico porque se consideraba que todo lo que se le ofreciera al niño debía aportarle algo útil. Es el "enseñar deleitando" que ha poblado la pedagogía de gran parte de la historia del niño. 
Hemos de esperar hasta mediados del siglo XX para que cambie el concepto de infancia y para que surja una verdadera literatura infantil nacida para ofrecer a los pequeños lectores lo mismo que cualquier novela, poemario o texto dramático ofrece al lector adulto: una experiencia artística y una identificación afectiva con personajes y acciones que, además de llenar de calidad nuestro tiempo de ocio, siempre nos aportará enseñanzas y descubrimientos sobre nosotros mismos y sobre lo que nos rodea. 
La literatura infantil, al igual que la literatura de adultos, se divide en tres grandes géneros: teatro, poesía y prosa. Aristóteles realizó una primera división, la cual se diferencia de la que conocemos actualmente, ya que toda la literatura era en verso.
 
Literatura Actual                        Literatura Aristóteles
            Teatro                                    Dramática           
            Poesía                                     Lírica
            Prosa                                      Épica
1) Teatro . En un texto teatral, todo queda en manos de los diálogos.No existen libros teatrales para ser vistos y/o leídos para niños de menos de 8 años ya que la nula o escasa capacidad lectora se ve desfavorecida por este género y, para la transmisión oral por parte del adulto, la prosa es mucho más sencilla. 
Pero el caso es que el texto teatral se escribe para ser representado. La palabra teatro evoca automáticamente espectáculo, y con ello el público. Representar una obra implica una valoración a la vez personal y colectiva que no tiene nada que ver con las malas actuaciones. En los talleres de teatro hemos de dedicar mucho tiempo a alentar a los niños para que se atrevan a servirse de su cuerpo y a hablar en voz alta.
Es cierto que un niño de Primaria no tiene necesidad del teatro para hacer todo esto; pero la actuación dramática le permite afrontar todas estas actividades bajo un aspecto quizás más motivador y más coherente.
Ej: La Celestina
2) Poesía La poesía deriva del género lírico, aunque también puede ser lírica y narrativa. En la literatura infantil escasea la literatura lírica ya que es muy complicado reflejar los sentimientos de un niño. Lorca fue prácticamente el único autor clásico que escribía literatura infantil aunque la temática no estaba vinculada con los intereses de los niños. Era o moralizante o una poesía escrita para adultos, con mentalidad de adultos, pero para niños.
 La poesía evolucionó quedando entro de:
-          Poesía lirica: expresa sentimientos
-          Poesía epica: aquella que cuenta historias pero en verso y con estructura de poema. Ej: Los romances
 
Hubo un gran paso en la poesía y fue con la G. del 27, que consiguió que la poesía no tuviera que rimar.
 
Gloria Fuertes fue la transformadora de la poesía; revolucionó la literatura, dio a conocer unos poemas ingleses caracterizados por el absurdo argumental y la rima fácil sonora (nursery rimes) a este género se le conoce como Nonsense y son textos cortos y con rimas fáciles y forzadas.
 
AUNQUE NOS MURIÉRAMOS AL MORIRNOS
Aunque no nos muriéramos al morirnos,
le va bien a ese trance la palabra: Muerte.

Muerte es que no nos miren los que amamos,
muerte es quedarse solo, mudo y quieto
y no poder gritar que sigues vivo.

Gloria Fuertes
La poesía es un medio excelente de ruptura con lo impersonal y con lo rutinario del aula y de la lengua. Transgredir lo establecido para dar rienda suelta a la imaginación creadora es un ejercicio evasivo que además fomenta la organización personal de la palabra y la estructuración mental. Si el niño, ya desde el balbuceo, muestra gusto por los juegos vocálicos, los ritmos o las invenciones léxicas, hemos de proporcionarle, como maestros, la posibilidad de continuar su gusto por el disfrute creativo fomentando su vena sensitiva y su imaginación poética. 
La declamación es el arte de la recitación expresiva y el arte mímico que le acompaña; es decir, la representación dramática de un poema, sin caer en la sobreactuación exagerada de tiempos pasados. 
Tipos de poesía actual:
-          Rima y ritmo: poesía tradicional
-          No tiene rima pero tiene ritmo: poesía en verso libre
-          No tiene nada: Poesía sin versículos.
3) La prosa es simplemente la colocación de las palabras ( no es necesario la rima).La prosa puede ser:
-         Narrativa:
-          Lirica
-          No literaria: ej: tratados de física cuántica
A su vez, la prosa si es literaria o narrativa, puede ser:
-          Texto largo. Ej. novela( dividida en capítulos)
-          Texto corto: Ej. cuento ( normalmente solo tienen una acción principal y no tienen capítulos)
Algo que hay que quiero recalcar que es importante y yo he aprendido este año, es algo tan sencillo como la diferencia entre cuento y libro. El libro es el conjunto de todo con portada incluida, es decir, el formato; y el cuento, es lo que hay dentro.
 
He aprendido... qué es el folclore.
 
 

 
El folclore es la expresión de la cultura de un pueblo: artesanía, bailes, chistes, costumbres, cuentos, historias orales, leyendas, música, proverbios, supersticiones y demás. “Folclore” sustituye a “antigüedades populares”.
Las tres características fundamentales del folclore son:
-          el anonimato: ocultan su nombre por motivos varios.
-          la oralidad: La tradición oral es la historia de un pueblo, de una sociedad que avanza a la vez que con ella se moldean sus historias, sus vivencias, sus tradiciones. 
-           la multiplicidad de variantes:
·         la transmisión vertical: se realiza en un tiempo corto.
·         la transmisión horizontal: cambio de generación.
·         la adaptación de los textos a las culturas.
El folclore es para todos. Es una literatura de “grupo” o de “familia”. Es indudable la importancia que juegan los textos folclóricos en el desarrollo personal y afectivo, y más teniendo en cuenta que forman parte del nuestra historia personal ya que son las primeras manifestaciones “literarias” de las que tenemos constancia (aunque de forma inconsciente, pero real) por ejemplo con las rimas, nanas y que por generaciones cantaran y contarán madres, abuelas,abuelos, maestras...
He aprendido a la diferencia entre “moraleja” y “enseñanza moral”, que las confundía. La moraleja aparece explicitada al final del relato con el fin de explicar y enfocar la comprensión de la totalidad del texto. La enseñanza moral puede encontrarse en diversos lugares de la historia y cada cual puede aplicarla a su realidad a partir de su propio esquema de valores y de sus inferencias particulares. Prácticamente cualquier texto, incluso cualquier hecho real, puede incluir enseñanzas morales.
Otra cosa que he aprendido en este tema es la importancia del teatro folclórico infantil. Yo pensaba que solo servían para entretener y que solo gustaba a los pequeños. He aprendido que los teatrillos de títeres y marionetas presentan un atractivo especial para el niño pequeño. Los muñecos, enseguida cobran vida y son aceptados por los receptores como realidades ajenas a la persona que los mueve y que habla por ellos. Y lo más curioso es que esta realidad de los muñecos no afecta sólo a los niños, sino también a los adultos que son capaces de introducirse afectivamente en la representación.  Además lo que deberíamos de hacer es devolver al teatro el lugar que le corresponde dentro del marco de la educación. En el curso de la historia, el teatro siempre ha tenido vocación de educación popular.
Me gustó mucho volver a mi infancia recordando “los títeres de cachiporra”. La representación más popular de títeres en todas las culturas, aparte de la dramatización más o menos fiel de cuentos y relatos, se basa en un simple guion y en los tipos o personajes escogidos, al más puro estilo de la Commedia dell arte.  Se trata de "los títeres de cachiporra".
 
En nuestros días, los espectáculos de marionetas siguen siendo tremendamente populares entre niños y mayores. Un ejemplo lo podemos encontrar en la programación de actividades de verano en el Retiro madrileño.  
También he aprendido a valora la importancia de la poesía folclórica ya que introduce al niño en la palabra, en el ritmo, en los símbolos; ejercita su motricidad y su memoria, despierta su ingenio. Además de ser producto de la imaginación y la fantasía, posee a menudo una funcionalidad que la hace útil para la vida. El romance y la canción enlazan con el movimiento corporal gestual y rítmico ya sea en los juegos cantados por los niños o en los que acompañan algunas tareas o trabajos colectivos. La didáctica insiste en los aspectos expresivos de la poesía oral.
La escuela debe aprovechar todas las posibilidades didácticas de la poesía folclórica así como el interés que despierta en el niño, y debe aprovechar para introducir al niño en su cultura.
La poesía es el género que más acentúa el carácter lírico y la expresividad y el que se configura de forma más evidente como llamada a la reflexión. Supone un espacio para la creatividad frente a la sociedad visual y deformante. Fomenta la memoria, el sentimiento y la afectividad, rompe esquemas y convenciones, desarrolla la espontaneidad y la originalidad, presenta una visión menos prosaica de la realidad, educa el gusto y permite dejar volar libremente la fantasía y la creatividad, bases ambas del pensamiento divergente
Quiero recalcar la característica fundamental de la poesía folclórica infantil, y es el absurdo argumental (argumento sin sentido).
La poesía popular infantil se clasifica de la siguiente manera:
1) Clasificación temática
- Rimas de ingenio  incluidas las retahílas, trabalenguas, adivinanzas…
- Juegos y rimas de movimiento y acción: nanas, canciones con movimiento de brazos y piernas, juegos de movilidad…
- Danzas de corro: canciones diversas de saltos y giros, canciones de palmas, canciones de pasillo, mimos e imitaciones y escenificaciones. 
2) Clasificación histórica.
-  poesía tradicional (la de origen lejano y desconocido)
 - poesía popular (que surge al hilo de los tiempos).
Los cuentos folclóricos se clasifican en cuatro categorías según Vladimir Propp: mitos, cuentos de animales, cuentos de fórmula y cuentos de hadas o maravillosos.
Gran parte de la literatura folclórica que hoy conocemos, tal vez se hubiese perdido de no haber sido porque hubo personas que se interesaron por ella y la pusieron por escrito antes de que el tiempo acabase por hundirla en el olvido. Algunos son RECOPILADORES, meros transcriptores de los textos que las gentes del pueblo les narraban y preferían ser fieles a la narración original. Otros ADAPTARON los textos con la intención didáctica o moralizante que refleja la filosofía de una época. Otros tomaron de los cuentos folclóricos un préstamo mínimo, la estructura, los personajes, los motivos y la simbología, para elaborar sus propias creaciones que hoy, con el paso de los años, son tan populares como las anónimas y su forma de transmisión es más la oral que la escrita. Sus textos se denominan VERSIONES. 
Durante la época primitiva, los niños compartían con los adultos las audiciones públicas de juglares, trovadores, romances de ciego y representaciones religiosas en las puertas de las iglesias a la vez que jugaban con canciones de corro, sorteos y retahílas.

Un docente debe saber escoger cuentos para adaptarlos. Los recopiladores más recomendables para esto son los autores ya comentados antes,  los Hermanos Grimm y los de Hans Christian Andersen, en éste último hay que saber que él también era autor de sus propias historias.
Esa selección debe ser de historias no adaptadas ya por otras personas, sino las recogidas por esos recopiladores que he citado antes. Hay páginas web que son muy prácticas para esto como  la página web
Ciudad de Seva que tiene un gran repositorio o la del huevo de chocolate. También os puede servir la edición digital de “Cuentos al amor de la lumbre” de A.R. Almodovar; o “ Los cuentos de hadas clásicos” de Maria Tartar.
Algunos de los cuentos que os pueden gustar son:
-          los cuentos de los hermanos Grimm cuyo final siempre es feliz porque quieren que el pueblo siga con sus sueños, que estén contentos, al menos por un momento.
-          Cuentos de Ansersen, cuyos finales no son felices
-          “ La princesa y los siete bandoleros”
-          “ Garbal y Persebal”.
Hay que tener algo muy claro, es que si buscamos cuentos folclóricos hay que descartar cualquier fuente que hable de los cuentos folclóricos como cuentos infantiles, ya que son cuentos familiares.
Una vez seleccionado el texto debemos saber para qué edad lo queremos adaptar y  cómo adaptarlos, los cambios que podemos realizar y los que no, como por ejemplo, los motivos de los cuentos o la estructura ( planteamiento, nudo y desenlace).La edad para la que vamos a adaptar el cuento es importante ya que no tienen los mismo intereses ni el mismo momento evolutivo; , no ya por el texto en si (y que como hemos visto se puede adaptar de múltiples formas) , sino más bien por lo que trasmite o representa para el mundo interior de los niños que no estén lo suficientemente preparados para  interiorizarlo de manera correcta.
Al adaptarlos no hay que censurarlos, solo eliminar los aspectos morbosos y las situaciones que no encajen con la actualidad.  A su vez, hay que mantener la estructura base de la historia (que suele describir el paso de la infancia a la edad adulta) y el simbolismo presente.
 
He aprendido sobre la literatura española y sobre la educación literaria.




Cualquier profesor debería saber los diferentes estilos de las literaturas, movimientos  y características que hay, para poder poner en contacto al niño con la “gran literatura” de su entorno cultural y de ir cimentando, poco a poco, las bases para su educación literaria.  

Hay que saber que la literatura es lo que es por su contenido (lo que dice el texto) y por su forma (cómo lo cuenta).La forma no se puede cambiar.
Comprender es interpretar. Y para que el niño cree una relación afectiva con la literatura tiene que disfrutar.

El maestro, al presentar la literatura clásica a sus alumnos, ha de entender que cualquier arte ha nacido para el hombre y no al revés; el arte no puede servir para crear barreras entre los seres humanos y hay que respetar el nivel de comprensión del niño y valorar su propia interpretación de los textos aun cuando no corresponda con nuestra propia lectura que, por otra parte, puede no responder al referente del autor. 
En este tema he aprendido que la literatura infantil de autor, no hay que adaptarla sino hay que hacer una buena selección.

El maestro no debe olvidar nunca que la lectura de libros literarios infantiles y el trabajo con textos seleccionados para el desarrollo de la lectura mecánica o la lectura comprensiva son actividades distintas. Con la primera buscamos el placer de una experiencia artística y un trabajo continuo de interpretación e interiorización que culmine en la comprensión personal de la obra; con la segunda, ampliaremos la cultura literaria clásica de nuestros alumnos y ejercitaremos habilidades básicas lectoras como la atención, la memoria a corto y a medio plazo, la fluidez y la lectura en voz alta. 
Los textos y fragmentos elegidos para acercar a los niños los grandes clásicos de nuestra literatura deben estar muy estudiados por el maestro y no tienen por qué pertenecer al libro de texto. Es bueno variar y no aceptar como perfecto todo lo que las editoriales ofrecen. Hay que seleccionarlos pensando en nuestros niños. 

Han de ser textos breves y completos, es decir, con presentación, nudo y desenlace; textos que sepamos que los niños van a entender, progresivos en dificultad. Da igual la obra a la que pertenezcan. Tienen que estar presentes los tres géneros fundamentales. No importa que el momento histórico sea distante o que exista alguna palabra difícil: la pre-motivación a la lectura debe ambientar, presentar, llamar la atención y explicar el vocabulario. 
Si hablamos de adaptación, se le darán al niño textos escogidos que, aunque no hayan sido creados para su edad, respondan a sentimientos y realidades para las que ya han obtenido referentes y se dejarán otros más complicados para más adelante.  
La adaptación permite salvaguardar, y no en todos los casos, el contenido, pero destruye la forma, la estética... y priva al niño del disfrute del estilo de nuestros grandes representantes literarios. 
Si el maestro ve la necesidad de adaptar para que sus alumnos lean fragmentos de obras clásicas españolas, intentará respetar, en lo posible, la forma, y sólo deberá "traducir" palabras del castellano antiguo, dichos, frases hechas o lugares comunes pasados de moda y, si se trata de una obra en lengua española no castellana, se respetará, en el mayor grado posible el deseo formal del autor. 
Hemos dicho que los textos han de ser completos y breves. El maestro deberá utilizar, con los más largos, el método de la "tijera" y del "recorta y pega", pero habrá de hacerlo respetando la coherencia de la narración y, dependiendo de la edad, de la descripción.
Una buena adaptación es una síntesis que incluya palabras que el autor a escrito y entre paréntesis la explicación.

Hay otra forma de adaptación mucho más libre que tiene como fin que el niño conozca a los personajes más universales como don Quijote, Sancho Panza, el Lazarillo, la Celestina, Platero... que consiste en narrar algún episodio con palabras y giros adecuados al gusto e interés de los niños. Para ello el maestro puede hacer el esfuerzo literario de ponerse ante el papel e intentarlo o buscar adaptaciones apropiadas que algunas editoriales ofrecen.  

La literatura dentro de la escuela tiene un papel muy importante como medio de transmisión de valores y cultura. También el aprendizaje sobre el valor de las cosas, el expresar emociones o ideas, ayuda a que lo niños crezcan poco a poco como personas y se enriquezcan culturalmente hablando.

Una manera de que se adentren en el mundo de la literatura española es realizar la semana literaria en la escuela que hace que los niños no solo se obtengan un aprendizaje de significados y de formación de valores sino también poder hacer juicios y dar argumentos mucho más completos a la hora de opinar, ya que podrán partir de una base adquirida en esa semana.

He aprendido sobre la lectura literaria y la animación a la lectura.



 
 
 

Leer no es solo ver lo que está escrito y descodificarlo. Es mucho más: es comprender, es interpretar, es inferir, es descubrir, es comunicación, es un acto espiritual complejo que va de la objetividad a la subjetividad.

El niño prelector se encuentra en un momento de descubrimiento, de investigación, de ansia por aprender, por conocer. Es un momento ideal para el aprendizaje, no encontraremos mejor materia prima con la que trabajar.Es ahí cuando considero que los maestros jugamos un papel fundamental. Tenemos que tener claro que los no lectores han existido siempre, pero se han acentuado ante la vida actual con sus nuevas y constantes formas de diversión. Los hay, incluso, que van dejando su propósito de leer de un día para otro, para las vacaciones o para cuando se jubilen. Sin embargo, los estudios sobre el tema demuestran que el no leer no está en relación directa con la existencia de la televisión o de otros frutos tecnológicos de la época, sino que se trata de un fenómeno socio-cultural que tiene que ver con el ambiente y la educación. El tiempo y el dinero no son más que excusas que nos ponemos a nosotros mismos. No podemos permitir que nuestros alumnos se alejen de la lectura por nuestra causa.

Llega luego el momento en que se convierten en verdaderos prestidigitadores del lenguaje y comienzan a descifrar sílabas, palabras, a otorgarles significado, a leer todo cuanto cae en sus manos, todo cuanto les rodea.

El niño ha descubierto la lectura y desea aprovechar su descubrimiento. Ahora devora libros, tebeos,  álbumes, no hay nada que no llame su atención si su aprendizaje lector ha sido positivo. El desarrollo y el perfeccionamiento de esta destreza hará de él un verdadero lector si no hay nada que se oponga entre él y su deseo de leer. 

Pero una vez que el niño ha accedido a la palabra escrita se produce el mayor peligro pedagógico en este sentido: la pérdida del deseo lector. El niño sabe leer, sabe descifrar los significantes y otorgarles un significado, conoce el procedimiento de la lectura mecánica, pero no desea leer. 

Muchos son los motivos que llevan al niños a perder el deseo lector. El primero puede ser un mal aprendizaje, un aprendizaje traumático que le hace silabear, pasar lo ojos por las letras sin comprenderlas y tener que releer una y otra vez hasta adentrarse en el significado. Este problema no se hace patente hasta que el niño no se pone ante textos que no conoce y con los que no ha trabajado; mucho niños utilizan la memoria a lo largo de su aprendizaje para "leer" lo que se les pide en clase, pero no son capaces de hacerlo con nuevos textos. El maestro debería tener mucho cuidado en desarrollar de forma atractiva, motivadora y cercana al niño el aprendizaje lectoescritor. 

Para ello, esta la animación a la lectura. La animación a la lectura es un acto consciente realizado para producir un acercamiento afectivo e intelectual a un libro concreto, de forma que este contacto produzca una estimación genérica hacia los libros. A partir de ella se pretende conseguir el auténtico placer de la lectura. 

La primera condición en el desarrollo de las estrategias propias de la animación a la lectura es la preparación y el entusiasmo del animador.

Animar al niño a leer es dar vida al libro, soñar su historia, traspasar su portada, encariñarse con sus personajes, identificarse con sus acciones. Los objetivos de la animación son: que el niño no-lector, o poco lector, descubra el libro; ayudarle a pasar de la lectura pasiva a la activa; desarrollar en él el placer de leer; ayudarle a descubrir la diversidad de los libros.

El mejor aliciente para conquistar a los alumnos es hacer Creo que he aprendido muy bien como hacer que los niños disfruten con la literatura; y es haciendo las animaciones agradables, orientadoras, prácticas y cordiales; con carácter lúdico y alejado de todo aire didáctico.Para ello conozco numerosas estrategias .




He aprendido sobre la creación literaria.
 

 
La creación literaria es un aspecto de la literatura muy importante pero no se trabaja muy a menudo en la escuela y, cuando se trabaja, no suele hacerse de la forma correcta y por tanto no se desarrolla al máximo el potencial, la creatividad y la imaginación de los alumnos. 
Por otro lado, debemos tener en cuenta que los actos de creación, como tales, son perfectos en sí mismos y no son evaluables ni calificables. Es frustrante para un niño entregar un relato y recibirlo de vuelta con alguna corrección ortográfica y una nota sin explicaciones ni aclaraciones.
 Y es mucho más frustrante que el maestro le diga a un niño que tiene poca nota porque su texto "no es original".Los maestros no deberíamos calificar con una nota numérica las creaciones literarias y menos calificar un texto por la ortografía y la originalidad. Como he dicho anteriormente, los actos de creación literaria son todos perfectos en sí mismos. Y si lo que pretendemos calificar es la ortografía deberíamos realizar otro tipo de ejercicio. Eso no quiere decir que no corrijamos la ortografía en el texto, pero no deberíamos basarnos casi exclusivamente en ella para calificar una creación literaria. 
Lo ideal es siempre que los estudiantes puedan leer en voz alta sus creaciones y, entre todos (maestro y compañeros), aportemos ideas para mejorar tanto los aspectos formales como los de contenido. De esta manera, todos aprendemos de todos y, en el próximo acto de creación literaria, los estudiantes podrán poner en práctica las ideas y anotaciones que recibieron anteriormente. 
Cualquier niño de Primaria ha inventado historias y cuentos libremente y se sentirá cómodo trabajando con la prosa.
Debemos inculcarles, desde el primer curso, el esquema básico de la creación:
 - Primero deberán anotar ideas que van surgiendo en una hoja en sucio.
- Después han de ordenar las ideas (estructura, esquema)
- Una vez estructurado el texto, realizarán una primera escritura que consideraremos como borrador y que puede sufrir modificaciones una vez leída despacio y, si es posible, en voz alta.
- Se realizará una primera revisión formal donde fijaremos la atención en la puntuación, la expresión, la acentuación y las redundancias.
- Volverán a realizarse las correcciones oportunas
 - Por último pasarán a limpio su creación. 
Este trabajo, además de la motivación por la calidad, desarrollará el razonamiento lógico y la estructuración mental, la atención, la paciencia y, obviamente, las habilidades lingüísticas escritas. 
Hay  una serie de estrategias que ayudan a combatir la desagradable sensación del “folio en blanco”. Hay muchas personas que escriben bien pero que, llegado un punto, se quedan bloqueadas y piensan que ya no tienen más recursos con los que crear textos. Las estrategias propuestas son solo una muestra de las infinitas posibilidades que hay para enfrentarse al proceso de creación en prosa. Algunas de ellas las inventó y las utilizó Gianni Rodari; otras están elaboradas por sus seguidores y por maestros y maestras que, como él, creyeron en la creatividad y en la fantasía como metodología. 
Estas estrategias son adecuadas para proponer a nuestros estudiantes con el fin de que ellos creen sus propios textos en prosa, pero también para ayudarnos a nosotros a redactar ejemplos cercanos que puedan servirles de inspiración. Son sencillas y no requieren conocimientos literarios ni estilísticos previos aunque sí mucha imaginación. 
La creación literaria es un ejercicio muy divertido para los alumnos y es una forma de acercarlos tanto a la escritura como a la lectura. Cuando los alumnos ven su creación terminada se sienten muy orgullosos de su obra. Podemos combinar la creación literaria con la creación artística en la elaboración de libros proponiéndoles a los niños diversos tipos de encuadernaciones sencillas y factibles además de pedirles que se conviertan en ilustradores de sus propias creaciones.
 
 
 
Como futura maestra, me gustaría favorecer el acercamiento de los niños a la literatura infantil mediante la existencia de textos atractivos e interesantes. También quiero desarrollar diariamente diferentes lecturas acorde con los intereses de los niños, ya sean cuentos, poesías, relatos. Lo importante es que se lea con pasion compartiendo el disfrute de leer a otros, que los niños se emocionen con la lectura y puedan imaginar y hasta crear su propio cuento o propia historia como también puedan expresar sus propias ideas.
Espero hacer una biblioteca de aula o rincón de lectura del agrado de todos ya que considero que el papel de la biblioteca en el aula juega un papel fundamental en la educación.. La biblioteca es un elemento indispensable e insustituible en el marco general del proceso enseñanza-aprendizaje. Su utilidad como recurso para la ampliación de la actividad docente y para el refuerzo de una auténtica educación integral, justifica su creación en las escuelas y los esfuerzos por cuidar su organización y su funcionamiento. Pero lo que da todo su sentido a la biblioteca de aula es la potenciación de actividades libres o motivadoras como un elemento más en la programación de tareas educativas.    Previo al espacio de la lectura, es importante que el docente conozca el texto que va a leer, pues al conocer lo que viene le permitirá saber que preguntas o comentarios hacer o que dibujos mostrar para mantener la atención de los niños. Solo los malos maestros abandonan a sus alumnos a la lectura de un libro sin preocuparse por el proceso que llevan a cabo de forma autónoma e individual.
   La edad infantil es una época de la vida, de la cual existen muchos recuerdos de experiencias que quedan por siempre hasta llegar a ser .Quiero que cuando sean mayores recuerden lo mucho que disfrutaban con la literatura y que se lo inculquen a los demás.
  La literatura infantil aporta en los pequeños la idea de soñar, de imaginar aquello que se está relatando en las páginas que se van leyendo. Son muchas las cosas que pueden pasar por la cabeza de aquellos pequeños seres, lo cual no deja de ser un aporte en lo que es la vida personal de cada niño. Por ello, como maestra que soy, quiero darle la importancia que se merece a la literatura en la evolución del niño.
 La literatura infantil es un área muy importante dentro de lo que es la literatura, ya que los contenidos deben ser muy bien planeados para que así el texto logre cautivar al pequeño y le permita engancharse de este. Son muchos los títulos que han perdurado en el tiempo dentro de la literatura infantil. Hay mucho material que los entretiene y les permite inclinarse por un área bastante interesante como es la literatura. Espero que cuando sea maestra escoja bien los libros basándome en todo lo aprendido durante este cuatrimestre.
Ofrecer un libro para su lectura ha de ser un regalo. Y un regalo, un buen regalo, debe estar seleccionado y elegido concienzudamente para el receptor o para los receptores.  
Espero no cometer el error de elegir los libros antes de conocer a lo niños. Y sobre todo, espero no moralizar los cuentos, no reducir la magia del folclore a una enseñanza práctica; simplemente dejar que sean ellos los que decidan, en cada momento de su vida, lo que un texto les está transmitiendo.
Durante mi periodo de prácticas me he dado cuenta que muchos profesores no elijen el libro de lectura de sus alumnos por ser un libro motivador y adecuado para los niños, sino porque es el libro recomendado/regalado por la editorial. En muchas ocasiones, el profesor no se ha leído el libro previamente y ni muchísimo menos ha realizado un estudio de diferentes libros, para así escoger el más adecuado, limitándose a amontonar en la biblioteca de aula libros que son rechazados y/o ignorados por sus alumnos y en muchas ocasiones, por el profesor. Espero ser el profesor que me hizo disfrutar en la infancia con los libros y no aborrecerla,
Espero seguir siendo igual de critica a la hora de escoger cuentos a los niños en el sentido de que es necesario tener en cuenta su momento evolutivo y su sentir afectivo, además de cuidar la estética, el sentido artístico, la integración de las áreas de aprendizaje, el enriquecimiento de los aprendizajes conceptuales, la formación en valores, sin olvidar que es necesario además abrir el abanico del universo infantil con textos literarios en sus múltiples formas o presentaciones
 
También como futura maestra que soy espero atreverme a superar mis temores y mis complejos con respecto a un arte que se considera propiedad de los profesionales: el teatro. También espero tener paciencia y no dejarme desanimar por las dificultades propias de las condiciones de la enseñanza. Espero poder devolver el teatro al lugar que le corresponde dentro del marco de la educación. En el curso de la historia, el teatro siempre ha tenido vocación de educación popular. En una época en que el analfabetismo impedía que la prensa y los libros cumplieran su función informativa, cuando no existía todavía el cine y mucho menos la televisión, el teatro  solía añadir a su papel de divertir el de educar.   Es preciso que el teatro y sus derivaciones modernas entren en la escuela no sólo como arte, sino también como medios psicopedagógicos.
Hacer teatro en clase permite dar una motivación a las disciplinas escolares y desencadenar un proceso de utilización y de perfeccionamiento de lo que se va adquiriendo. La creación de una obra de teatro proporciona un material que puede explotarse en numerosos ámbitos: en lengua, en actividades manuales, tecnológicas o físicas... 
 

 
 
Espero no hacer lo mismo que otros profesores han hecho conmigo respecto al género literario de la Poesía: La poesía, al igual que otros géneros literarios está al alcance del niño, sin embargo, no tiene apenas proyección en el aula. Sin duda se debe a la falta de sensibilidad estética de los maestros y al desconocimiento de textos, autores y posibilidades de aplicación. No obstante, la poesía debe ser un campo trabajado por el niño no solamente vinculado a momentos especiales del curso y sin provocar en él la sensación de obligatoriedad que puede causar la presencia de algunos poemas en el libro de texto. La poesía debe presentarse a los niños como un juego artístico. Hay que permitir que su propia imaginación creadora interprete y recree lo que lee e invente nuevas formas. Así desarrollaremos su individualidad, el cultivo de su vena sensible y su formación estética.  
 
 
 
 
También, me gustaría usar los títeres en el aula ya que la representación de cuentos con marionetas es un recurso didáctico altamente positivo que favorece la interiorización de argumentos, de conceptos y de vocabulario y, además, es una actividad que ha motivado siempre a los estudiantes. En primer lugar, porque ya tienen un conocimiento previo de la historia, que ha sido contada por sus profesores, padres o abuelos. En segundo lugar, porque al ser los roles claros y definidos, el niño/a se siente cómodo viendo o interpretando cualquier personaje.  
 
Espero usar bien el folclore en el aula .También me gustaría  reivindicar el valor de los cuentos orales como recurso lúdico y pedagógico y hacer de la literatura un mundo mágico donde no exista la obligatoriedad, sino la voluntad por descubrir nuevos mundos. 
Espero no caer en el error censurar, ni reducir un cuento folclórico con la excusa de que el niño no va a entenderlo. Si veo que necesito modificar algo, espero realizar un trabajo de selección, incluso de adaptación similar a la que llevaron a cabo los hermanos Grimm para eliminar aspectos morbosos y situaciones obsoletas relacionadas, fundamentalmente, con los personajes femeninos, como se me ha enseñado este cuatrimestre. Y cuando haya hecho la elección,  modificarlo respetando la gran cantidad de matices y de imágenes que la historia revela.
También, soy muy partidaria de inculcarles a los niños la igualdad de género. No veo mejor forma de hacerlo ayudándome de los personajes femeninos en el folclore literario. Una de las mayores polémicas relacionadas con los cuentos infantiles tiene relación con el supuesto machismo que se revela en ellos. 
Ciertamente, el recorrido histórico de estas narraciones y las épocas en las que se recogieron y adaptaron, no eran muy dadas al feminismo que digamos y una visión muy superficial y generalizadora nos permitiría afirmar que, en ellos, las mujeres deben ser salvadas por los hombres para obtener una vida mejor. 
 
Sin embargo, hay una visión reduccionista enarbolando ejemplos muy sencillos y significativos y basándose en una constancia incontestable: el pueblo, autor de estos textos, presentó en ellos su realidad, pero también sus sueños, deseos e ilusiones. Por eso encontramos tantos plebeyos casados con nobles y príncipes (cosa absolutamente imposible en el mundo real), tantos mortales capaces de vencer a la muerte (con besos y con pruebas de amor verdadero) y tantas mujeres que toman las riendas de sus vidas rebelándose contra la sociedad que las tenía subyugadas. 
Un ejemplo claro es el de Cenicienta, tanto en la versión de Perrault como en la de los Grimm, es una joven desgraciada que decide cumplir su sueño de enamorar al príncipe y lo consigue. Primero enfrentándose a su madrastra y a sus hermanastras; después, presentándose en un baile real sin compañía (cuando en aquellos siglos, solamente estaba permitida esta licencia a las viudas y a las prostitutas). Pero no le bastó con obtener la atención del príncipe: quiso que él la buscara a ella, que él se preocupara por ella, hacerse valer ante él... y le dejó un zapatito de cristal como recuerdo de su baile (entendamos el símbolo del zapato y no nos dejemos llevar por nuestros recuerdos de infancia... un zapato es un objeto fetiche, no se le cayó un pañuelo, ni una horquilla, ni un guante... fue a perder, justo, un zapatito de cristal). Y el príncipe picó como un colegial y se dedicó a recorrer la comarca buscando a la dueña del zapato.
Con esto lo que quiero decir es que se les puede enseñar a los niños a ver el mundo del relato folclórico universal , no como relatos machistas sino todo lo contrario: responden al deseo que durante siglos ha escondido el alma femenina: poder demostrar sus capacidades y elegir su propio destino.
 
 
Soy consciente de que acercar a los niños a los géneros literarios no es una tarea complicada, así que espero no subestimarlos. Espero recordar siempre la importancia de ejemplificar.
Además de los tiempos normales de clase en los que podemos aprovechar para leer y trabajar textos y fragmentos de la literatura clásica española, además de ir repasando y concretando la educación literaria de nuestros alumnos, espero ir más allá con las diversas  actividades que podemos realizar para educar literariamente a los alumnos. Con esto mi único objetivo no es que los niños aprendan contenidos que no componen su currículo sino crear en ellos el interés por este campo de nuestra cultura y presentarles a los autores y a las obras sin la presión de ejercicios de comprensión ni comentarios de textos.
                                 
Como futura maestra quiero y debo ser una gran animadora a la lectura ya que considero que la animación a la lectura es adentrar al niño en una aventura en la que él mismo se convierte en protagonista, a partir de la identificación con los personajes de ficción. Considero que la escuela  debe proporcionar el despertar de una sensibilidad que haga descubrir el placer que puede proporcionar la lectura. El despertar de esta sensibilidad garantizará para el resto de la vida el empleo de este valioso instrumento de trabajo intelectual (la sensibilización deberá conseguirse en contacto con la vida y la sociedad).
 
Para trabajar la creación literaria  en la escuela no pienso hacerlo como lo han hecho conmigo. No voy a usar la palabra “redacción de  una mera generalizada. En la escuela es típico pedir a los niños que "hagan una redacción" de tema libre o sobre un tema dado, ¿A quién no le han pedido una redacción sobre las navidades o sobre el verano, y encima se la han suspendido? Porque a mi sí. 
Hay que tener en cuenta que los actos de creación, como tales, son perfectos en sí mismos y no son evaluables ni calificables. En mi experiencia personal cuando era niña, he entregado relatos y se me ha devuelto prácticamente en rojo y he estado suspensa por falta de creatividad. Es frustrante para un niño entregar un relato y recibirlo de vuelta con alguna corrección ortográfica y una nota sin explicaciones ni aclaraciones. Y es mucho más frustrante que el maestro le diga a un niño que tiene poca nota porque su texto "no es original".
 Los maestros no deberíamos calificar con una nota numérica las creaciones literarias y menos calificar un texto por la ortografía y la originalidad. Como he dicho anteriormente, los actos de creación literaria son todos perfectos en sí mismos. Y si lo que pretendemos calificar es la ortografía deberíamos realizar otro tipo de ejercicio. Eso no quiere decir que no corrijamos la ortografía en el texto, pero no deberíamos basarnos casi exclusivamente en ella para calificar una creación literaria.
Algunos enlaces de interés
El lenguaje simbólico en los cuentos populares Víctor Montoya”
http://magnaliteratura.blogspot.com.es/2007/11/qu-es-literatura-infantil.html
Hay muchas webs enfocadas a un trabajo cooperativo o autónomo por parte de los estudiantes que nos pueden servir para esta labor. Nosotros mismos podemos crear una para nuestros alumnos siguiendo modelos interesantes como los siguientes: 
http://loretoarealenguaprimaria.wordpress.com/generos-literarios/
 Como es posible que hayas olvidado muchos de estos conceptos, aquí tienes algunas webs que te permitirá refrescar lo que aprendiste en los últimos cursos de EP y en ESO además de servirte como ejemplo para crear materiales digitales para tus propios alumnos: 
 


 
EDUCAR
Educar es lo mismo
que poner motor a una barca…
hay que medir, pesar, equilibrar…
… y poner todo en marcha.
Para eso,
uno tiene que llevar en el alma
un poco de marino…
un poco de pirata…
un poco de poeta…
y un kilo y medio de paciencia
concentrada.
Pero es consolador soñar
mientras uno trabaja,
que ese barco, ese niño
irá muy lejos por el agua.
Soñar que ese navío
llevará nuestra carga de palabras
hacia puertos distantes,
hacia islas lejanas.
Soñar que cuando un día
esté durmiendo nuestra propia barca,
en barcos nuevos seguirá
nuestra bandera
enarbolada.
Gabriel Celaya