Comienzos de septiembre… Miro las asignaturas del primer cuatrimestre.
Ahí está… LITERATURA ESPAÑOLA, LITERATURA INFANTIL Y EDUCACIÓN LITERARIA. ¡Oh
no! Sálvese quien pueda, pensé. Se me vino a la cabeza la Literatura de segundo
de Bachillerato en el momento en que vi “Literatura española” y ya me veía estudiándome
otra vez a todos los autores de todas las épocas y a sus obras, porque
obviamente se me han olvidado.
Al llegar a clase, la
primera buena noticia fue que no había examen en esta asignatura, que solo había
que hacer un blog. Inmediatamente pensé en si esa metodología serviría para
aprender.Ahora, acabada la asignatura comprendo los objetivos y la metodología. El objetivo no era aprender literatura sino de utilizar la literatura para desarrollar determinadas competencias en mis futuros alumnos, motivarlos hacia la lectura y compartir con ellos una experiencia artística envuelta en diversas sensaciones y emociones.
Respecto a la metodología, no la comprendía, pensaba que no
me iba a portar mucho. En cambio, ahora valoro la metodología por experiencia propia
ya que me he dado cuenta que se trabajan cosas tan importantes como el
aprendizaje cooperativo, aprender de los demás, aprender a evaluar: crítica
constructiva etc.
Antes de empezar la asignatura, respecto lo que hemos visto
este cuatrimestre había cosas que si sabía, por experiencia en mi infancia y
por experiencia en las practica del año pasado.
Por ejemplo, si sabía lo que era la semana cultural ya que
todos los años en mi colegio la hacían y también la vi en el cole de prácticas
del año pasado. También he vivido la animación en la lectura, algo que
realmente me ha ayudado para la asignatura ya que he podido aplicar
conocimientos previos para hacer la actividad que se me pedía.
He aprendido... qué es la literatura infantil.
Literatura: el arte creado
con palabra
La literatura infantil y
juvenil refuerza la finalidad de dotar a los alumnos de Educación Primaria de
las competencias precisas para emplear la lengua como instrumento de
comunicación, representación y aprendizaje, así como de animar y motivar a la
lectura a niños y jóvenes. Los textos infantiles tanto orales como
escritos, así como la posibilidad de
desarrollar la propia creatividad por medio de la imitación, los juegos y las
técnicas motivadoras, son recursos fundamentales para el niño a la hora de adquirir,
comprender y asimilar los distintos elementos de la lengua y, concretamente, la
función poética del lenguaje. Los libros escritos y pensados para niños,
basados en las vivencias propias de determinadas edades, son un reclamo
efectivo para formar futuros lectores de literatura y para acompañarlos en su
formación personal.
La literatura oral es capaz
de trasladar la imaginación del niño a lugares mágicos e insospechados, a
tiempos pasados, presentes, futuros..., desarrolla la fantasía y la creatividad
infantil y seduce al niño con sus maravillas. Pero es la aparición, ya en los
años sesenta del pasado siglo, de un protagonista niño o adolescente en la
literatura infantil y juvenil la que ha hecho posible el acercamiento afectivo
del niño y del joven lector a la literatura.
Hablaremos de literatura infantil hasta los 12 años
más o menos. Los adolescentes son los receptores de la literatura juvenil.
La Literatura Infantil ayuda al niño a aumentar
su marco de referencia. Lo hace creando otros mundos, forjando hechos que la
imaginación infantil concibe como vivencias posibles y personajes con los que
compartir la anécdota.
Existen dos grandes vertientes de la Literatura
Infantil:
- Obras
con intención de que llegue a los niños.
- Adaptación
de adultos a niños.
También he aprendido a diferenciar la Literatura de la Paraliteratura, aunque me
costó mucho. La Literatura es un arte que utiliza las palabras para
manifestarse. Podríamos definirla como el arte creado con palabras. Su objetivo
primordial, como el de cualquier otra de las artes, es el arte en sí, la
creación de un objeto artístico que llamamos obra, libro, texto, etc.
Eso no significa que la literatura no pueda
enseñar, provocar una reflexión profunda en el lector sobre el tema tratado o
plantear cuestiones morales; pero hemos de tener claro que la literatura, como
arte, no está creada para enseñar, ni para inculcar pensamientos o
valores.
La Paraliteratura se entiende como un conjunto de géneros no canónigos,
alguno de los cuales está embutido en las Historias de la Literatura, aunque no
tenga en ellas el mismo tratamiento que los géneros oficializados. Son géneros
que en alguno de sus rasgos no cumplen las normas que configuran los cánones
oficiales. La paraliteratura es un concepto a menudo aplicado a productos como
el comic, la novela policíaca, la novela de aventuras o de serie negra, géneros
surgidos al calor del entretenimiento y el tiempo libre, y muy en contacto con
las sociedades industriales avanzadas.
La Paraliteratura, tal y como indica el prefijo
"para-", se sitúa "al lado de" la Literatura. Es decir, los
textos paraliterarios presentan casi todas las características de los
literarios, pero difieren en algunas de ellas de forma que no pueden
considerarse, propiamente, Literatura
Para que un texto sea considerado literario, ha
de cumplir con las siguientes características:
- Su
primer objetivo ha de ser el artístico (si su objetivo es vender no es
artístico, en cambio, Cela, por ejemplo, escribió para sí mismo)
- La
función lingüística predominante será la función poética y se manifestará en el
carácter simbólico del lenguaje, el uso especial de las estructuras
lingüísticas y la utilización de tropos y figuras literarias.
- Debe
pertenecer a uno de los tres géneros literarios: narrativa, poesía y texto
teatral.
- Ha de
ser un texto de ficción aun cuando esté inspirado en hechos reales.
También, me di cuenta que confundía ficción con
fantasía. No debemos confundir ficción con fantasía. La ficción es una historia
que no es real, pero que podría existir, por ejemplo, “Perdona si te llamo
amor”; y la fantasía es una historia que además de no ser real, no existe.
Los artículos literarios de Larra son
paraliteratura porque su intención primordial era la política; los poemas de
guerra de Alberti tienen un objetivo de arenga, muy diferente al de otras obras
del genial poeta; los ensayos, en general, también son textos
paraliterarios.
La ficción y la intención artística suelen ser
los dos puntos en los que la literatura y la paraliteratura se diferencian más
a menudo.
Es decir, a lo largo de la historia ha existido
una paraliteratura infantil de carácter moralizante o didáctico porque se
consideraba que todo lo que se le ofreciera al niño debía aportarle algo útil.
Es el "enseñar deleitando" que ha poblado la pedagogía de gran parte
de la historia del niño.
Hemos de esperar hasta mediados del siglo XX para
que cambie el concepto de infancia y para que surja una verdadera literatura
infantil nacida para ofrecer a los pequeños lectores lo mismo que cualquier
novela, poemario o texto dramático ofrece al lector adulto: una experiencia
artística y una identificación afectiva con personajes y acciones que, además
de llenar de calidad nuestro tiempo de ocio, siempre nos aportará enseñanzas y
descubrimientos sobre nosotros mismos y sobre lo que nos rodea.
La literatura infantil, al igual que la literatura de
adultos, se divide en tres grandes géneros: teatro, poesía y prosa. Aristóteles
realizó una primera división, la cual se diferencia de la que conocemos
actualmente, ya que toda la literatura era en verso.
Literatura
Actual
Literatura
Aristóteles
Teatro
Dramática
Poesía
Lírica
Prosa
Épica
1) Teatro . En un texto teatral, todo queda en manos
de los diálogos.No existen libros teatrales para ser vistos y/o leídos para
niños de menos de 8 años ya que la nula o escasa capacidad lectora se ve
desfavorecida por este género y, para la transmisión oral por parte del adulto,
la prosa es mucho más sencilla.
Pero el caso es que el texto teatral se escribe
para ser representado. La palabra teatro evoca automáticamente espectáculo, y
con ello el público. Representar una obra implica una valoración a la vez
personal y colectiva que no tiene nada que ver con las malas actuaciones. En
los talleres de teatro hemos de dedicar mucho tiempo a alentar a los niños para
que se atrevan a servirse de su cuerpo y a hablar en voz alta.
Es cierto que un niño de Primaria no tiene
necesidad del teatro para hacer todo esto; pero la actuación dramática le
permite afrontar todas estas actividades bajo un aspecto quizás más motivador y
más coherente.
Ej: La Celestina
2) Poesía La poesía deriva del género lírico, aunque también puede ser lírica y
narrativa. En la literatura infantil escasea la literatura lírica ya que es muy
complicado reflejar los sentimientos de un niño. Lorca fue prácticamente el
único autor clásico que escribía literatura infantil aunque la temática no
estaba vinculada con los intereses de los niños. Era o moralizante o una poesía
escrita para adultos, con mentalidad de adultos, pero para niños.
-
Poesía lirica: expresa sentimientos
-
Poesía epica: aquella que cuenta historias pero en verso y
con estructura de poema. Ej: Los romances
Hubo un gran paso en la poesía y fue con la G. del 27, que
consiguió que la poesía no tuviera que rimar.
Gloria Fuertes fue la transformadora de la poesía; revolucionó
la literatura, dio a conocer unos poemas ingleses caracterizados por el absurdo
argumental y la rima fácil sonora (nursery rimes) a este género se le conoce
como Nonsense y son textos cortos y con rimas fáciles y forzadas.
AUNQUE
NOS MURIÉRAMOS AL MORIRNOS
Aunque no nos muriéramos al morirnos,
le va bien a ese trance la palabra: Muerte.
Muerte es que no nos miren los que amamos,
muerte es quedarse solo, mudo y quieto
y no poder gritar que sigues vivo.
Gloria Fuertes
le va bien a ese trance la palabra: Muerte.
Muerte es que no nos miren los que amamos,
muerte es quedarse solo, mudo y quieto
y no poder gritar que sigues vivo.
Gloria Fuertes
La poesía es un medio excelente de ruptura con lo
impersonal y con lo rutinario del aula y de la lengua. Transgredir lo
establecido para dar rienda suelta a la imaginación creadora es un ejercicio
evasivo que además fomenta la organización personal de la palabra y la
estructuración mental. Si el niño, ya desde el balbuceo, muestra gusto por los
juegos vocálicos, los ritmos o las invenciones léxicas, hemos de proporcionarle,
como maestros, la posibilidad de continuar su gusto por el disfrute creativo
fomentando su vena sensitiva y su imaginación poética.
La declamación es el arte de la recitación
expresiva y el arte mímico que le acompaña; es decir, la representación dramática
de un poema, sin caer en la sobreactuación exagerada de tiempos pasados.
Tipos de poesía actual:
-
Rima y ritmo: poesía tradicional
-
No tiene rima pero tiene ritmo: poesía en verso
libre
-
No tiene nada: Poesía sin versículos.
3) La prosa es simplemente la colocación de las
palabras ( no es necesario la rima).La prosa puede ser:
-
Narrativa:
-
Lirica
-
No literaria: ej: tratados de física cuántica
A su vez, la prosa si es literaria o narrativa,
puede ser:
-
Texto largo. Ej. novela( dividida en capítulos)
-
Texto corto: Ej. cuento ( normalmente solo tienen
una acción principal y no tienen capítulos)
Algo que hay que quiero recalcar que es
importante y yo he aprendido este año, es algo tan sencillo como la diferencia entre
cuento y libro. El libro es el conjunto de todo con portada incluida, es decir,
el formato; y el cuento, es lo que hay dentro.
He aprendido... qué es el folclore.
El folclore es la expresión de la cultura
de un pueblo:
artesanía,
bailes,
chistes,
costumbres,
cuentos,
historias
orales, leyendas,
música,
proverbios,
supersticiones
y demás. “Folclore” sustituye a “antigüedades populares”.
Las tres características fundamentales del
folclore son:
-
el anonimato: ocultan su nombre por motivos
varios.
-
la oralidad: La tradición oral es la historia de
un pueblo, de una sociedad que avanza a la vez que con ella se moldean sus
historias, sus vivencias, sus tradiciones.
-
la
multiplicidad de variantes:
·
la transmisión vertical: se realiza en un tiempo
corto.
·
la transmisión horizontal: cambio de generación.
·
la adaptación de los textos a las culturas.
El folclore es para todos.
Es una literatura de “grupo” o de “familia”. Es indudable la importancia que
juegan los textos folclóricos en el desarrollo personal y afectivo, y más
teniendo en cuenta que forman parte del nuestra historia personal ya que son
las primeras manifestaciones “literarias” de las que tenemos constancia (aunque
de forma inconsciente, pero real) por ejemplo con las rimas, nanas y que por
generaciones cantaran y contarán madres, abuelas,abuelos, maestras...
He aprendido a la diferencia
entre “moraleja” y “enseñanza moral”, que las confundía. La
moraleja aparece explicitada al final del relato con el fin de explicar y
enfocar la comprensión de la totalidad del texto. La enseñanza moral puede
encontrarse en diversos lugares de la historia y cada cual puede aplicarla a su
realidad a partir de su propio esquema de valores y de sus inferencias
particulares. Prácticamente cualquier texto, incluso cualquier hecho real,
puede incluir enseñanzas morales.
Otra cosa que he aprendido
en este tema es la importancia del teatro folclórico infantil. Yo pensaba que
solo servían para entretener y que solo gustaba a los pequeños. He aprendido
que los teatrillos de títeres y marionetas presentan un atractivo especial para
el niño pequeño. Los muñecos, enseguida cobran vida y son aceptados por los
receptores como realidades ajenas a la persona que los mueve y que habla por
ellos. Y lo más curioso es que esta realidad de los muñecos no afecta sólo a
los niños, sino también a los adultos que son capaces de introducirse
afectivamente en la representación.
Además lo que deberíamos de hacer es devolver al teatro el lugar que le
corresponde dentro del marco de la educación. En el curso de la historia, el
teatro siempre ha tenido vocación de educación popular.
Me gustó mucho volver a mi
infancia recordando “los títeres de cachiporra”. La
representación más popular de títeres en todas las culturas, aparte de la
dramatización más o menos fiel de cuentos y relatos, se basa en un simple guion
y en los tipos o personajes escogidos, al más puro estilo de la Commedia dell
arte. Se trata de "los títeres de
cachiporra".
En nuestros días, los
espectáculos de marionetas siguen siendo tremendamente populares entre niños y
mayores. Un ejemplo lo podemos encontrar en la programación de actividades de
verano en el Retiro madrileño.
También he aprendido a
valora la importancia de la poesía folclórica ya que introduce al niño en la
palabra, en el ritmo, en los símbolos; ejercita su motricidad y su memoria,
despierta su ingenio. Además de ser producto de la imaginación y la fantasía,
posee a menudo una funcionalidad que la hace útil para la vida. El romance y la
canción enlazan con el movimiento corporal gestual y rítmico ya sea en los
juegos cantados por los niños o en los que acompañan algunas tareas o trabajos
colectivos. La didáctica insiste en los aspectos expresivos de la poesía oral.
La escuela debe aprovechar
todas las posibilidades didácticas de la poesía folclórica así como el interés
que despierta en el niño, y debe aprovechar para introducir al niño en su
cultura.
La poesía es el género que
más acentúa el carácter lírico y la expresividad y el que se configura de forma
más evidente como llamada a la reflexión. Supone un espacio para la creatividad
frente a la sociedad visual y deformante. Fomenta la memoria, el sentimiento y
la afectividad, rompe esquemas y convenciones, desarrolla la espontaneidad y la
originalidad, presenta una visión menos prosaica de la realidad, educa el gusto
y permite dejar volar libremente la fantasía y la creatividad, bases ambas del
pensamiento divergente
Quiero recalcar la
característica fundamental de la poesía folclórica infantil, y es el absurdo
argumental (argumento sin sentido).
La poesía popular infantil
se clasifica de la siguiente manera:
1) Clasificación temática
- Rimas de ingenio incluidas las retahílas, trabalenguas,
adivinanzas…
- Juegos y rimas de
movimiento y acción: nanas, canciones con movimiento de brazos y piernas,
juegos de movilidad…
- Danzas de corro: canciones
diversas de saltos y giros, canciones de palmas, canciones de pasillo, mimos e
imitaciones y escenificaciones.
2) Clasificación histórica.
- poesía tradicional (la de origen lejano y
desconocido)
- poesía popular (que surge al hilo de los
tiempos).
Los
cuentos folclóricos se clasifican en cuatro categorías según Vladimir Propp:
mitos, cuentos de animales, cuentos de fórmula y cuentos de hadas o
maravillosos.
Gran
parte de la literatura folclórica que hoy conocemos, tal vez se hubiese perdido
de no haber sido porque hubo personas que se interesaron por ella y la pusieron
por escrito antes de que el tiempo acabase por hundirla en el olvido. Algunos
son RECOPILADORES, meros transcriptores de los textos que las gentes del pueblo
les narraban y preferían ser fieles a la narración original. Otros ADAPTARON
los textos con la intención didáctica o moralizante que refleja la filosofía de
una época. Otros tomaron de los cuentos folclóricos un préstamo mínimo, la
estructura, los personajes, los motivos y la simbología, para elaborar sus
propias creaciones que hoy, con el paso de los años, son tan populares como las
anónimas y su forma de transmisión es más la oral que la escrita. Sus textos se
denominan VERSIONES.
Durante
la época primitiva, los niños compartían con los adultos las audiciones
públicas de juglares, trovadores, romances de ciego y representaciones
religiosas en las puertas de las iglesias a la vez que jugaban con canciones de
corro, sorteos y retahílas.
Un docente debe saber escoger cuentos para adaptarlos. Los recopiladores más recomendables para esto son los autores ya comentados antes, los Hermanos Grimm y los de Hans Christian Andersen, en éste último hay que saber que él también era autor de sus propias historias.
Esa selección debe ser de historias no adaptadas ya por otras personas, sino las recogidas por esos recopiladores que he citado antes. Hay páginas web que son muy prácticas para esto como la página web Ciudad de Seva que tiene un gran repositorio o la del huevo de chocolate. También os puede servir la edición digital de “Cuentos al amor de la lumbre” de A.R. Almodovar; o “ Los cuentos de hadas clásicos” de Maria Tartar.
Un docente debe saber escoger cuentos para adaptarlos. Los recopiladores más recomendables para esto son los autores ya comentados antes, los Hermanos Grimm y los de Hans Christian Andersen, en éste último hay que saber que él también era autor de sus propias historias.
Esa selección debe ser de historias no adaptadas ya por otras personas, sino las recogidas por esos recopiladores que he citado antes. Hay páginas web que son muy prácticas para esto como la página web Ciudad de Seva que tiene un gran repositorio o la del huevo de chocolate. También os puede servir la edición digital de “Cuentos al amor de la lumbre” de A.R. Almodovar; o “ Los cuentos de hadas clásicos” de Maria Tartar.
Algunos de los cuentos que os pueden gustar son:
-
los cuentos de los hermanos Grimm cuyo final siempre es feliz
porque quieren que el pueblo siga con sus sueños, que estén contentos, al menos
por un momento.
-
Cuentos de Ansersen, cuyos finales no son felices
-
“ La princesa y los siete bandoleros”
-
“ Garbal y Persebal”.
Hay que tener algo muy claro, es que si buscamos cuentos
folclóricos hay que descartar cualquier fuente que hable de los cuentos
folclóricos como cuentos infantiles, ya que son cuentos familiares.
Una vez seleccionado el texto debemos saber para qué edad lo
queremos adaptar y cómo adaptarlos, los
cambios que podemos realizar y los que no, como por ejemplo, los motivos de los
cuentos o la estructura ( planteamiento, nudo y desenlace).La edad para la que
vamos a adaptar el cuento es importante ya que no tienen los mismo intereses ni
el mismo momento evolutivo; , no ya por el texto en si (y que como hemos visto
se puede adaptar de múltiples formas) , sino más bien por lo que trasmite o
representa para el mundo interior de los niños que no estén lo suficientemente
preparados para interiorizarlo de manera
correcta.
Al adaptarlos no hay que
censurarlos, solo eliminar los aspectos morbosos y las situaciones que
no encajen con la actualidad. A su vez, hay que mantener la estructura
base de la historia (que suele describir el paso de la infancia a la edad
adulta) y el simbolismo presente.
He aprendido sobre la literatura española y sobre la educación literaria.
Cualquier profesor debería saber los diferentes estilos de las literaturas,
movimientos y características que hay,
para poder poner en contacto al niño con la “gran literatura” de su entorno
cultural y de ir cimentando, poco a poco, las bases para su educación
literaria.
Hay que saber que la literatura es lo que es por su contenido (lo que dice el texto) y por su forma (cómo lo cuenta).La forma no se puede cambiar.
Comprender es interpretar. Y para que el niño cree una relación afectiva con la literatura tiene que disfrutar.
El maestro, al presentar la literatura clásica a sus alumnos, ha de entender que cualquier arte ha nacido para el hombre y no al revés; el arte no puede servir para crear barreras entre los seres humanos y hay que respetar el nivel de comprensión del niño y valorar su propia interpretación de los textos aun cuando no corresponda con nuestra propia lectura que, por otra parte, puede no responder al referente del autor.
En este tema he aprendido que la literatura infantil de autor, no
hay que adaptarla sino hay que hacer una buena selección.
El maestro no debe olvidar nunca que la lectura de libros literarios infantiles y el trabajo con textos seleccionados para el desarrollo de la lectura mecánica o la lectura comprensiva son actividades distintas. Con la primera buscamos el placer de una experiencia artística y un trabajo continuo de interpretación e interiorización que culmine en la comprensión personal de la obra; con la segunda, ampliaremos la cultura literaria clásica de nuestros alumnos y ejercitaremos habilidades básicas lectoras como la atención, la memoria a corto y a medio plazo, la fluidez y la lectura en voz alta.
Los textos y fragmentos elegidos para acercar a los niños los
grandes clásicos de nuestra literatura deben estar muy estudiados por el
maestro y no tienen por qué pertenecer al libro de texto. Es bueno variar y no
aceptar como perfecto todo lo que las editoriales ofrecen. Hay que
seleccionarlos pensando en nuestros niños.
Han de ser textos breves y completos, es decir, con presentación, nudo y desenlace; textos que sepamos que los niños van a entender, progresivos en dificultad. Da igual la obra a la que pertenezcan. Tienen que estar presentes los tres géneros fundamentales. No importa que el momento histórico sea distante o que exista alguna palabra difícil: la pre-motivación a la lectura debe ambientar, presentar, llamar la atención y explicar el vocabulario.
Si hablamos de adaptación, se le darán al niño textos escogidos
que, aunque no hayan sido creados para su edad, respondan a sentimientos y
realidades para las que ya han obtenido referentes y se dejarán otros más
complicados para más adelante.
La adaptación permite salvaguardar, y no en todos los casos, el
contenido, pero destruye la forma, la estética... y priva al niño del disfrute
del estilo de nuestros grandes representantes literarios.
Si el maestro ve la necesidad de adaptar para que sus alumnos lean
fragmentos de obras clásicas españolas, intentará respetar, en lo posible, la
forma, y sólo deberá "traducir" palabras del castellano antiguo,
dichos, frases hechas o lugares comunes pasados de moda y, si se trata de una
obra en lengua española no castellana, se respetará, en el mayor grado posible
el deseo formal del autor.
Hemos dicho que los textos han de ser completos y breves. El
maestro deberá utilizar, con los más largos, el método de la "tijera"
y del "recorta y pega", pero habrá de hacerlo respetando la
coherencia de la narración y, dependiendo de la edad, de la descripción.
Una buena adaptación es una síntesis que incluya palabras que el
autor a escrito y entre paréntesis la explicación.
Hay otra forma de adaptación mucho más libre que tiene como fin
que el niño conozca a los personajes más universales como don Quijote, Sancho
Panza, el Lazarillo, la Celestina, Platero... que consiste en narrar algún
episodio con palabras y giros adecuados al gusto e interés de los niños. Para
ello el maestro puede hacer el esfuerzo literario de ponerse ante el papel e
intentarlo o buscar adaptaciones apropiadas que algunas editoriales
ofrecen.
La literatura dentro de la escuela
tiene un papel muy importante como medio de transmisión de valores y cultura.
También el aprendizaje sobre el valor de las cosas, el expresar emociones o
ideas, ayuda a que lo niños crezcan poco a poco como personas y se enriquezcan
culturalmente hablando.
Una manera de que se adentren en
el mundo de la literatura española es realizar la semana literaria en la
escuela que hace que los niños no solo se obtengan un aprendizaje de
significados y de formación de valores sino también poder hacer juicios y dar
argumentos mucho más completos a la hora de opinar, ya que podrán partir de una
base adquirida en esa semana.
He aprendido sobre la lectura literaria y la animación a la lectura.
Leer no es solo ver lo que está
escrito y descodificarlo. Es mucho más: es comprender, es interpretar, es
inferir, es descubrir, es comunicación, es un acto espiritual complejo que va
de la objetividad a la subjetividad.
El niño prelector se encuentra en un
momento de descubrimiento, de investigación, de ansia por aprender, por
conocer. Es un momento ideal para el aprendizaje, no encontraremos mejor
materia prima con la que trabajar.Es ahí cuando considero que los maestros
jugamos un papel fundamental. Tenemos que tener claro que los no lectores han
existido siempre, pero se han acentuado ante la vida actual con sus nuevas y
constantes formas de diversión. Los hay, incluso, que van dejando su propósito
de leer de un día para otro, para las vacaciones o para cuando se jubilen. Sin
embargo, los estudios sobre el tema demuestran que el no leer no está en
relación directa con la existencia de la televisión o de otros frutos
tecnológicos de la época, sino que se trata de un fenómeno socio-cultural que
tiene que ver con el ambiente y la educación. El tiempo y el dinero no son más
que excusas que nos ponemos a nosotros mismos. No podemos permitir que nuestros
alumnos se alejen de la lectura por nuestra causa.
Llega luego el momento en que se
convierten en verdaderos prestidigitadores del lenguaje y comienzan a descifrar
sílabas, palabras, a otorgarles significado, a leer todo cuanto cae en sus
manos, todo cuanto les rodea.
El niño ha descubierto la lectura
y desea aprovechar su descubrimiento. Ahora devora libros, tebeos, álbumes, no hay nada que no llame su atención
si su aprendizaje lector ha sido positivo. El desarrollo y el perfeccionamiento
de esta destreza hará de él un verdadero lector si no hay nada que se oponga
entre él y su deseo de leer.
Pero una vez que el niño ha
accedido a la palabra escrita se produce el mayor peligro pedagógico en este
sentido: la pérdida del deseo lector. El niño sabe leer, sabe descifrar los
significantes y otorgarles un significado, conoce el procedimiento de la
lectura mecánica, pero no desea leer.
Muchos son los motivos que llevan
al niños a perder el deseo lector. El primero puede ser un mal aprendizaje, un
aprendizaje traumático que le hace silabear, pasar lo ojos por las letras sin
comprenderlas y tener que releer una y otra vez hasta adentrarse en el
significado. Este problema no se hace patente hasta que el niño no se pone ante
textos que no conoce y con los que no ha trabajado; mucho niños utilizan la
memoria a lo largo de su aprendizaje para "leer" lo que se les pide
en clase, pero no son capaces de hacerlo con nuevos textos. El maestro debería
tener mucho cuidado en desarrollar de forma atractiva, motivadora y cercana al
niño el aprendizaje lectoescritor.
Para ello, esta la animación a la
lectura. La animación a la lectura es un acto consciente realizado
para producir un acercamiento afectivo e intelectual a un libro concreto, de
forma que este contacto produzca una estimación genérica hacia los libros. A
partir de ella se pretende conseguir el auténtico placer de la lectura.
La primera condición en el
desarrollo de las estrategias propias de la animación a la lectura es la
preparación y el entusiasmo del animador.
Animar al niño a leer es dar vida
al libro, soñar su historia, traspasar su portada, encariñarse con sus
personajes, identificarse con sus acciones. Los objetivos de la animación son:
que el niño no-lector, o poco lector, descubra el libro; ayudarle a pasar de la
lectura pasiva a la activa; desarrollar en él el placer de leer; ayudarle a
descubrir la diversidad de los libros.
El mejor aliciente para conquistar
a los alumnos es hacer Creo que he aprendido muy bien como hacer que los niños
disfruten con la literatura; y es haciendo las animaciones agradables,
orientadoras, prácticas y cordiales; con carácter lúdico y alejado de todo aire
didáctico.Para ello conozco numerosas estrategias .
He aprendido sobre la creación literaria.
La creación literaria es un
aspecto de la literatura muy importante pero no se trabaja muy a menudo en la
escuela y, cuando se trabaja, no suele hacerse de la forma correcta y por tanto
no se desarrolla al máximo el potencial, la creatividad y la imaginación de los
alumnos.
Por otro lado, debemos tener en
cuenta que los actos de creación, como tales, son perfectos en sí mismos y no
son evaluables ni calificables. Es frustrante para un niño entregar un relato y
recibirlo de vuelta con alguna corrección ortográfica y una nota sin
explicaciones ni aclaraciones.
Y es mucho más frustrante que el maestro le diga
a un niño que tiene poca nota porque su texto "no es original".Los
maestros no deberíamos calificar con una nota numérica las creaciones literarias
y menos calificar un texto por la ortografía y la originalidad. Como he dicho
anteriormente, los actos de creación literaria son todos perfectos en sí
mismos. Y si lo que pretendemos calificar es la ortografía deberíamos realizar
otro tipo de ejercicio. Eso no quiere decir que no corrijamos la ortografía en
el texto, pero no deberíamos basarnos casi exclusivamente en ella para
calificar una creación literaria.
Lo ideal es siempre que los
estudiantes puedan leer en voz alta sus creaciones y, entre todos (maestro y
compañeros), aportemos ideas para mejorar tanto los aspectos
formales como los de contenido. De esta manera, todos aprendemos de todos y, en
el próximo acto de creación literaria, los estudiantes podrán poner en práctica
las ideas y anotaciones que recibieron anteriormente.
Cualquier niño de Primaria ha
inventado historias y cuentos libremente y se sentirá cómodo trabajando con la
prosa.
Debemos inculcarles, desde el
primer curso, el esquema básico de la creación:
- Primero deberán anotar ideas que van surgiendo en una hoja en sucio.
- Después han de ordenar las ideas (estructura, esquema)
- Una vez estructurado el texto, realizarán una primera escritura que consideraremos como borrador y que puede sufrir modificaciones una vez leída despacio y, si es posible, en voz alta.
- Se realizará una primera revisión formal donde fijaremos la atención en la puntuación, la expresión, la acentuación y las redundancias.
- Volverán a realizarse las correcciones oportunas
- Por último pasarán a limpio su creación.
- Primero deberán anotar ideas que van surgiendo en una hoja en sucio.
- Después han de ordenar las ideas (estructura, esquema)
- Una vez estructurado el texto, realizarán una primera escritura que consideraremos como borrador y que puede sufrir modificaciones una vez leída despacio y, si es posible, en voz alta.
- Se realizará una primera revisión formal donde fijaremos la atención en la puntuación, la expresión, la acentuación y las redundancias.
- Volverán a realizarse las correcciones oportunas
- Por último pasarán a limpio su creación.
Este trabajo, además de la
motivación por la calidad, desarrollará el razonamiento lógico y la
estructuración mental, la atención, la paciencia y, obviamente, las habilidades
lingüísticas escritas.
Hay una serie de estrategias que ayudan a combatir la desagradable
sensación del “folio en blanco”. Hay muchas personas que escriben bien pero
que, llegado un punto, se quedan bloqueadas y piensan que ya no tienen más
recursos con los que crear textos. Las estrategias propuestas son solo una
muestra de las infinitas posibilidades que hay para enfrentarse al proceso de
creación en prosa. Algunas de ellas las inventó y las utilizó Gianni Rodari;
otras están elaboradas por sus seguidores y por maestros y maestras que, como
él, creyeron en la creatividad y en la fantasía como metodología.
Estas estrategias son adecuadas
para proponer a nuestros estudiantes con el fin de que ellos creen sus propios
textos en prosa, pero también para ayudarnos a nosotros a redactar ejemplos
cercanos que puedan servirles de inspiración. Son sencillas y no requieren
conocimientos literarios ni estilísticos previos aunque sí mucha
imaginación.
La creación literaria es un
ejercicio muy divertido para los alumnos y es una forma de acercarlos tanto a
la escritura como a la lectura. Cuando los alumnos ven su creación terminada se
sienten muy orgullosos de su obra. Podemos combinar la creación literaria con
la creación artística en la elaboración de libros proponiéndoles a los niños
diversos tipos de encuadernaciones sencillas y factibles además de pedirles que
se conviertan en ilustradores de sus propias creaciones.
Como futura
maestra, me gustaría favorecer el acercamiento de los niños a la literatura
infantil mediante la existencia de textos atractivos e interesantes. También
quiero desarrollar diariamente diferentes lecturas acorde con los intereses de
los niños, ya sean cuentos, poesías, relatos. Lo importante es que se lea con
pasion compartiendo el disfrute de leer a otros, que los niños se emocionen con
la lectura y puedan imaginar y hasta crear su propio cuento o propia historia
como también puedan expresar sus propias ideas.
Espero hacer
una biblioteca de aula o rincón de lectura del agrado de todos ya que considero
que el papel de la biblioteca en el aula juega un papel fundamental en la educación..
La biblioteca es un elemento indispensable e insustituible en el marco general
del proceso enseñanza-aprendizaje. Su utilidad como recurso para la ampliación
de la actividad docente y para el refuerzo de una auténtica educación integral,
justifica su creación en las escuelas y los esfuerzos por cuidar su
organización y su funcionamiento. Pero lo que da todo su sentido a la
biblioteca de aula es la potenciación de actividades libres o motivadoras como
un elemento más en la programación de tareas educativas. Previo al espacio de la lectura, es
importante que el docente conozca el texto que va a leer, pues al conocer lo
que viene le permitirá saber que preguntas o comentarios hacer o que dibujos
mostrar para mantener la atención de los niños. Solo los malos maestros
abandonan a sus alumnos a la lectura de un libro sin preocuparse por el proceso
que llevan a cabo de forma autónoma e individual.
La edad infantil es una época de la vida, de
la cual existen muchos recuerdos de experiencias que quedan por siempre hasta
llegar a ser .Quiero que cuando sean mayores recuerden lo mucho que disfrutaban
con la literatura y que se lo inculquen a los demás.
La
literatura infantil aporta en los pequeños la idea de soñar, de imaginar
aquello que se está relatando en las páginas que se van leyendo. Son muchas las
cosas que pueden pasar por la cabeza de aquellos pequeños seres, lo cual no
deja de ser un aporte en lo que es la vida personal de cada niño. Por ello,
como maestra que soy, quiero darle la importancia que se merece a la literatura
en la evolución del niño.
La literatura infantil es un área muy
importante dentro de lo que es la literatura, ya que los contenidos deben ser
muy bien planeados para que así el texto logre cautivar al pequeño y le permita
engancharse de este. Son muchos los títulos que han perdurado en el tiempo
dentro de la literatura infantil. Hay mucho material que los entretiene y les
permite inclinarse por un área bastante interesante como es la literatura.
Espero que cuando sea maestra escoja bien los libros basándome en todo lo
aprendido durante este cuatrimestre.
Ofrecer un
libro para su lectura ha de ser un regalo. Y un regalo, un buen regalo, debe
estar seleccionado y elegido concienzudamente para el receptor o para los
receptores.
Espero no
cometer el error de elegir los libros antes de conocer a lo niños. Y sobre
todo, espero no moralizar los cuentos, no reducir la magia del folclore a una
enseñanza práctica; simplemente dejar que sean ellos los que decidan, en cada
momento de su vida, lo que un texto les está transmitiendo.
Durante mi periodo de prácticas me he dado cuenta que
muchos profesores no elijen el libro de lectura de sus alumnos por ser un libro
motivador y adecuado para los niños, sino porque es el libro
recomendado/regalado por la editorial. En muchas ocasiones, el profesor no se
ha leído el libro previamente y ni muchísimo menos ha realizado un estudio
de diferentes libros, para así escoger el más adecuado, limitándose a amontonar
en la biblioteca de aula libros que son rechazados y/o ignorados por sus alumnos
y en muchas ocasiones, por el profesor. Espero ser el profesor que me hizo
disfrutar en la infancia con los libros y no aborrecerla,
Espero seguir siendo igual de critica a la
hora de escoger cuentos a los niños en el sentido de que es necesario tener en
cuenta su momento evolutivo y su sentir afectivo, además de cuidar la estética,
el sentido artístico, la integración de las áreas de aprendizaje, el enriquecimiento
de los aprendizajes conceptuales, la formación en valores, sin olvidar que es
necesario además abrir el abanico del universo infantil con textos literarios
en sus múltiples formas o presentaciones
También como futura maestra que soy espero atreverme a superar
mis temores y mis complejos con respecto a un arte que se considera propiedad
de los profesionales: el teatro. También espero tener paciencia y no dejarme
desanimar por las dificultades propias de las condiciones de la enseñanza. Espero
poder devolver el teatro al lugar que le corresponde dentro del marco de la
educación. En el curso de la historia, el teatro siempre ha tenido vocación de
educación popular. En una época en que el analfabetismo impedía que la prensa y
los libros cumplieran su función informativa, cuando no existía todavía el cine
y mucho menos la televisión, el teatro
solía añadir a su papel de divertir el de educar. Es preciso que el teatro y sus derivaciones
modernas entren en la escuela no sólo como arte, sino también como medios
psicopedagógicos.
Hacer teatro en clase permite dar una motivación a las
disciplinas escolares y desencadenar un proceso de utilización y de
perfeccionamiento de lo que se va adquiriendo. La creación de una obra de
teatro proporciona un material que puede explotarse en numerosos ámbitos: en
lengua, en actividades manuales, tecnológicas o físicas...
Espero no
hacer lo mismo que otros profesores han hecho conmigo respecto al género
literario de la Poesía: La poesía, al igual que otros géneros literarios está
al alcance del niño, sin embargo, no tiene apenas proyección en el aula. Sin
duda se debe a la falta de sensibilidad estética de los maestros y al
desconocimiento de textos, autores y posibilidades de aplicación. No obstante,
la poesía debe ser un campo trabajado por el niño no solamente vinculado a
momentos especiales del curso y sin provocar en él la sensación de
obligatoriedad que puede causar la presencia de algunos poemas en el libro de
texto. La poesía debe presentarse a los niños como un juego artístico. Hay que
permitir que su propia imaginación creadora interprete y recree lo que lee e
invente nuevas formas. Así desarrollaremos su individualidad, el cultivo de su
vena sensible y su formación estética.
También, me gustaría
usar los títeres en el aula ya que la representación de cuentos con marionetas
es un recurso didáctico altamente positivo que favorece la interiorización de
argumentos, de conceptos y de vocabulario y, además, es una actividad que ha
motivado siempre a los estudiantes. En primer lugar, porque ya tienen un
conocimiento previo de la historia, que ha sido contada por sus profesores,
padres o abuelos. En segundo lugar, porque al ser los roles claros y definidos,
el niño/a se siente cómodo viendo o interpretando cualquier personaje.
Espero usar
bien el folclore en el aula .También me gustaría reivindicar el valor de los cuentos orales
como recurso lúdico y pedagógico y hacer de la literatura un mundo mágico donde
no exista la obligatoriedad, sino la voluntad por descubrir nuevos mundos.
Espero no
caer en el error censurar, ni reducir un cuento folclórico con la excusa de que
el niño no va a entenderlo. Si veo que necesito modificar algo, espero realizar
un trabajo de selección, incluso de adaptación similar a la que llevaron a cabo
los hermanos Grimm para eliminar aspectos morbosos y situaciones obsoletas
relacionadas, fundamentalmente, con los personajes femeninos, como se me ha enseñado
este cuatrimestre. Y cuando haya hecho la elección, modificarlo respetando la gran cantidad de
matices y de imágenes que la historia revela.
También, soy muy partidaria de inculcarles a los niños la
igualdad de género. No veo mejor forma de hacerlo ayudándome de los personajes
femeninos en el folclore literario. Una de las mayores polémicas relacionadas
con los cuentos infantiles tiene relación con el supuesto machismo que se
revela en ellos.
Ciertamente, el recorrido histórico de estas narraciones
y las épocas en las que se recogieron y adaptaron, no eran muy dadas al
feminismo que digamos y una visión muy superficial y generalizadora nos
permitiría afirmar que, en ellos, las mujeres deben ser salvadas por los
hombres para obtener una vida mejor.
Sin embargo, hay una visión reduccionista enarbolando
ejemplos muy sencillos y significativos y basándose en una constancia
incontestable: el pueblo, autor de estos textos, presentó en ellos su realidad,
pero también sus sueños, deseos e ilusiones. Por eso encontramos tantos
plebeyos casados con nobles y príncipes (cosa absolutamente imposible en el
mundo real), tantos mortales capaces de vencer a la muerte (con besos y con
pruebas de amor verdadero) y tantas mujeres que toman las riendas de sus vidas
rebelándose contra la sociedad que las tenía subyugadas.
Un ejemplo claro es el de Cenicienta,
tanto en la versión de Perrault como en la de los Grimm, es una joven desgraciada
que decide cumplir su sueño de enamorar al príncipe y lo consigue. Primero
enfrentándose a su madrastra y a sus hermanastras; después, presentándose en un
baile real sin compañía (cuando en aquellos siglos, solamente estaba permitida
esta licencia a las viudas y a las prostitutas). Pero no le bastó con obtener
la atención del príncipe: quiso que él la buscara a ella, que él se preocupara
por ella, hacerse valer ante él... y le dejó un zapatito de cristal como
recuerdo de su baile (entendamos el símbolo del zapato y no nos dejemos llevar
por nuestros recuerdos de infancia... un zapato es un objeto fetiche, no se le
cayó un pañuelo, ni una horquilla, ni un guante... fue a perder, justo, un
zapatito de cristal). Y el príncipe picó como un colegial y se dedicó a
recorrer la comarca buscando a la dueña del zapato.
Con esto lo que quiero decir es que se
les puede enseñar a los niños a ver el mundo del relato folclórico universal ,
no como relatos machistas sino todo lo contrario: responden al deseo que
durante siglos ha escondido el alma femenina: poder demostrar sus capacidades y
elegir su propio destino.
Soy
consciente de que acercar a los niños a los géneros literarios no es una tarea
complicada, así que espero no subestimarlos. Espero recordar siempre la
importancia de ejemplificar.
Además de los
tiempos normales de clase en los que podemos aprovechar para leer y trabajar
textos y fragmentos de la literatura clásica española, además de ir repasando y
concretando la educación literaria de nuestros alumnos, espero ir más allá con
las diversas actividades que podemos
realizar para educar literariamente a los alumnos. Con esto mi único objetivo
no es que los niños aprendan contenidos que no componen su currículo sino crear
en ellos el interés por este campo de nuestra cultura y presentarles a los
autores y a las obras sin la presión de ejercicios de comprensión ni
comentarios de textos.
Como futura maestra
quiero y debo ser una gran animadora a la lectura ya que considero que la animación
a la lectura es adentrar al niño en una aventura en la que él mismo se convierte
en protagonista, a partir de la identificación con los personajes de ficción.
Considero que la escuela debe
proporcionar el despertar de una sensibilidad que haga descubrir el placer que
puede proporcionar la lectura. El despertar de esta sensibilidad garantizará
para el resto de la vida el empleo de este valioso instrumento de trabajo
intelectual (la sensibilización deberá conseguirse en contacto con la vida y la
sociedad).
Para trabajar la creación literaria en la escuela no pienso hacerlo como lo han
hecho conmigo. No voy a usar la palabra “redacción de una mera generalizada. En la escuela es
típico pedir a los niños que "hagan una redacción" de tema libre o
sobre un tema dado, ¿A quién no le han pedido una redacción sobre las navidades
o sobre el verano, y encima se la han suspendido? Porque a mi sí.
Hay que tener en cuenta que los actos de creación, como
tales, son perfectos en sí mismos y no son evaluables ni calificables. En mi
experiencia personal cuando era niña, he entregado relatos y se me ha devuelto
prácticamente en rojo y he estado suspensa por falta de creatividad. Es
frustrante para un niño entregar un relato y recibirlo de vuelta con alguna
corrección ortográfica y una nota sin explicaciones ni aclaraciones. Y es mucho
más frustrante que el maestro le diga a un niño que tiene poca nota porque su
texto "no es original".
Los maestros no
deberíamos calificar con una nota numérica las creaciones literarias y menos
calificar un texto por la ortografía y la originalidad. Como he dicho
anteriormente, los actos de creación literaria son todos perfectos en sí
mismos. Y si lo que pretendemos calificar es la ortografía deberíamos realizar
otro tipo de ejercicio. Eso no quiere decir que no corrijamos la ortografía en
el texto, pero no deberíamos basarnos casi exclusivamente en ella para
calificar una creación literaria.
Algunos
enlaces de interés
“El
lenguaje simbólico en los cuentos populares Víctor Montoya”
http://magnaliteratura.blogspot.com.es/2007/11/qu-es-literatura-infantil.html
Hay muchas
webs enfocadas a un trabajo cooperativo o autónomo por parte de los estudiantes
que nos pueden servir para esta labor. Nosotros mismos podemos crear una para
nuestros alumnos siguiendo modelos interesantes como los siguientes:
http://loretoarealenguaprimaria.wordpress.com/generos-literarios/
EDUCAR
Educar es lo mismo
que poner motor a una barca…
hay que medir, pesar, equilibrar…
… y poner todo en marcha.
Para eso,
uno tiene que llevar en el alma
un poco de marino…
un poco de pirata…
un poco de poeta…
y un kilo y medio de paciencia
concentrada.
que poner motor a una barca…
hay que medir, pesar, equilibrar…
… y poner todo en marcha.
Para eso,
uno tiene que llevar en el alma
un poco de marino…
un poco de pirata…
un poco de poeta…
y un kilo y medio de paciencia
concentrada.
Pero es consolador soñar
mientras uno trabaja,
que ese barco, ese niño
irá muy lejos por el agua.
Soñar que ese navío
llevará nuestra carga de palabras
hacia puertos distantes,
hacia islas lejanas.
mientras uno trabaja,
que ese barco, ese niño
irá muy lejos por el agua.
Soñar que ese navío
llevará nuestra carga de palabras
hacia puertos distantes,
hacia islas lejanas.
Soñar que cuando un día
esté durmiendo nuestra propia barca,
en barcos nuevos seguirá
nuestra bandera
enarbolada.
esté durmiendo nuestra propia barca,
en barcos nuevos seguirá
nuestra bandera
enarbolada.
Gabriel Celaya