Adaptación de un cuento
He realizado una adaptación del cuento El hombre de
la piel de oso recopilado por los Hermanos Grimm. Esta adaptación al
ser un cuento folclórico se transmitirá oralmente. Algunas de las ventajas de
la narración oral son:
- ayuda a desarrollar la comprensión lectora.
- importante motivación prelectora.
- repercute en la psicología y en los estados de ánimo
del auditorio.
- permite la identificación con personajes y
situaciones.
- ayuda a descubrir el propio yo.
- influye en la comprensión del texto.
- permite plantear hipótesis sobre el desarrollo de la
narración.
- permite reflexionar sobre lo ya leído.
- permite
la elaboración de juicios sobre el contenido y la forma del texto
Por otra parte,
el cuento folclórico es el primero es importantísimo paso que acerca al niño a
la lectura, es decir, al cuento escrito.
La adaptación la he realizado para niños de 9 -11 años dónde se encuentran en la ETAPA OPERACIONES CONCRETAS, por lo tanto, podrán reconocer el significado de los símbolos y el lenguaje figurado, reconocer la relación entre hechos y sentimientos y aceptar la realidad, pero conserva el manejo de la fantasía.
En esta etapa les gustan los animales salvajes o
domésticos, reales o fantásticos, como en la adaptación que he realizado en la
que sale un dragón y una bruja.
El cuento presenta una estructura lineal con planteamiento, nudo y desenlace de forma que los hechos acontecen en una línea temporal.En la historia he incluido una fórmula de entrada, " En tiempos de Mari Castaña ", que considero muy original y otra de salida, " y vivieron felices hasta el fin de sus días." un poco más típica.
De los personajes solo he puesto nombre al protagonista para que toda la atención se centrase en él. La profesión del protagonista la he dejado igual. Pero he cambiado la naturaleza de la criatura (en vez de un Diablo es una bruja, de forma que conserva ese elemento mágico de la historia).
Las pruebas por las que pasa han sido modificadas, pero no obstante mantienen la esencia: son pruebas que conllevan que el protagonista adquiera una apariencia que hará que los demás le rechacen. También he acortado el tiempo de la prueba, de 7 años a dos meses.
El motivo por el cual el joven acepta el pacto es el deseo de poder tener una vida digna.
El lenguaje
lo he adaptado a los 9 -11 años, por lo tanto, el vocabulario tiene varias
palabras complejas que a su edad ya deberían saber.
Como conclusión, recordar que el cuento folclórico
es la herencia que se ha elaborado y transmitido de forma horizontal, el
contacto con los personajes mágicos que llenaron de emociones el pasado y
siguen llenando las mentes infantiles de todos los tiempos. Según Jung,
“nuestro nacimiento se produce en el seno de un inconsciente colectivo, creador
de imágenes hereditarias” y no se debe negar al niño la posibilidad de
aprehenderlas.
Por todo ello, se hace imprescindible que este tipo de
literatura conserve su oralidad, incluso cuando trabajamos en el último ciclo,
y se reserven otro tipo de textos más modernos y de transmisión escrita para
acercar al niño a los libros. Una regla imprescindible para el maestro: los
textos folclóricos son para contar y cantar; los textos de autor, para leer.
Espero que os guste mi adaptación.
En tiempos de Mari Castaña, Robín, un joven cuyo destino se vio forjado
a ir a la guerra a los dieseis años, volvía a casa por navidad...Estaba muy
contento ya que vería a su familia y podría dormir y alimentarse bien. Sobre
todo, tenía ganas de ver a su padre ya que con su madrasta y hermanastra no se
llevaba precisamente bien.Al llegar, Robín se encontró con que su padre había muerto y que en su
casa ya no le querían porque su madrasta decía que no iba a mantener a alguien
que no tenía ni estudios ni había traído dinero de la guerra.
Robín, después de aceptar la pérdida de su padre y el abandono de su
familia adoptiva, le tocó buscarse la vida. Fue por distintas aldeas en busca
de trabajo pero no obtuvo nada puesto que no tenía estudios ni una situación
estable.
La bruja le ofreció un abrigo de piel de oso, en el cual cada vez que
metiese la mano en el bolsillo, saldrían monedas. Robín, a pesar de su
desesperación, tenía muy claro una cosa que su padre desde pequeño le enseñó:
“En esta vida nada es gratis”. Así que le preguntó que cuales eran las
condiciones. La bruja le dijo que lo primero que tenía que hacer, era pasar la
prueba de fuego: salir del castillo. Y a la salida ambos se encontrarían y esta
le daría el abrigo y una serie de condiciones.
El valiente Robín aceptó, ya que
ansiaba vivir de una manera digna, que consideraba que cualquier persona se merecía.
La bruja, se río con maldad cuando el joven niño aceptó, porque sabía que no lo
conseguiría…
Al acabar con la charla, Robín se dispuso a salir del castillo. Recorrió
los largos pasillos del castillo, iba con mucho cuidado, estaba alerta de todo.
Sin embargo, no veía nada extraño. Llegó a la puerta principal de la casa, que
daba al patio que le conducía a la gran puerta de entrada y salida del castillo.
Al llegar resopló, pensando que había esquivado las trampas de la bruja y se
confió.
En cuanto abrió la puerta, una llama de fuego enorme le alcanzó, pero él
fue más rápido y cerró la puerta. Asustado pensó en cómo salir por otra salida
del castillo, pero él sabía que no había más salidas ya que antes de entrar, decidió dar una vuelta entera por
fuera del castillo por si acaso. Así que se puso a pensar, ¿Cómo puedo salir si hay un dragón que me saca tres metros de altura y
seis metros de ancho? Pensando y pensando… se le ocurrió una idea: Cuando anochezca, y el dragón se duerma
cruzaré la puerta.
Pasaban los segundos, los minutos y las horas muy lentamente, pero de repente
miró el reloj y vio que era las doce de la noche, y que no se oía ni a una mosca
.Sigilosamente se apresuró a la puerta la abrió con delicadeza, y comprobó que
el dragón estaba en una esquina dormido.
Empezó a andar, encaminándose hacia la última puerta, la puerta del
exterior, muy despacio, pero de repente se oyó un rrrrrrrrrrrrrrr. Robín se dio
cuenta que eran sus tripas que le recordaban que no había cenado…
Pero este pequeño recordatorio
despertó al dragón. Robín corrió muy deprisa hasta la puerta de salida antes de
que el dragón o una de sus llamas le alcanzarán. Gracias a lo veloz que era,
pudo salir sano y salvo del castillo.
Según salió del castillo, se encontró con una sorprendida bruja. Con
cara de asombro, la bruja le dijo que podría quedarse para siempre el abrigo
con piel de oso, si conseguía sobrevivir durante dos meses, teniendo en cuenta
que crecería durante esos meses medio metro a lo largo, y engordaría
100 kg. Y podría vivir donde quisiese
menos en su aldea. Y tras pasar esos dos meses la bruja le otorgaría el abrigo con piel
de oso. Robín tras saber las condiciones, volvió a aceptar. En ese instante, la
bruja desapareció dejando en el campo de visión de Robín, una explanada y muy
al fondo, una aldea.
Robín, se dirigió a la aldea, en la cual le resultó fácil encontrar un
hogar para ese mes, ya que una humilde anciana le dejó quedarse con una
condición, que cuando pasase un mes se fuese. Él aceptó encantado. La anciana
no le pedía nada a cambio, pero Robín la ayudaba con las tareas del hogar, la protegía
cuando salía a la calle gracias a su tamaño y le alcanzaba cosas que ella nunca
llegaba a coger.
El segundo mes, le costó un poco más encontrar refugio ya que no cabía en cualquier humilde casa, y tenía
que irse a casas un poco más amplias. Esta vez no le aceptaban debido a su
inmenso tamaño. Pensaban que no era humano, que era un monstruo…
Durante las dos primeras semanas del segundo mes, Robín dormía en las
calles oscuras de las aldeas, y se alimentaba de lo que encontraba.
El lunes de la tercera semana Robín dormía con mucho frio y mucha hambre
entre cajas, hasta que unos gritos le despertaron: ¡Bandido, suéltame, que no llevo dinero encima!
Rápidamente, con pasos gigantes, Robín se acercó al bandido espantándole.
Una vez se marchó, se dirigió al hombre de mediana edad, y se dio cuenta que
era ciego. Robin se puso en frente de aquel hombre sin miedo a que lo juzgara
por su físico y le dijó: Vayase tranquilo, el bandido ya se ha ido.El
hombre con el susto en el cuerpo todavía, contestó con voz temblorosa : ¡ Gracias!
Tras unos minutos de silencio, el hombre le preguntó qué que hacia tan
tarde en la calle, lo que Robín contestó
que no tenía donde vivir por su inmenso tamaño. El hombre le dijo que a él no
le importaba el tamaño del cuerpo, sino del corazón. Le dijo que por lo que había hecho, tenía un corazón
grande y valiente; y decidió invitarle a
su casa a dormir ya que no habría
problemas porque en su casa cabía de sobra. Robín aceptó encantado.
Al llegar a la casa , vio que tenía tres hijas muy guapas, de las cuales
dos de ellas empezaron a reírse de él por su aspecto físico, en cambio una de
ellas, la más joven , se quedó paralizada y no por el cuerpo de Robín, sino por
sus ojos…Sus ojos tenían algo especial, algo diferente, que La tenia hipnotizada.
Le enseñó el establo donde podía dormir (ya que en otro lado no cabía) y le llevó
comida y agua. Seguidamente, el padre habló con su hija pequeña, la única que tuvo
interés de saber cómo le había conocido. El hombre le explicó todo lo que había
pasado y ésta se sorprendió de que aquel gigante le hubiese ayudado en vez de
atacarlo. Así que le dijo a la niña que le dijese al gigante que se podía
quedar el tiempo que quisiese, que le estaban muy agradecidos.
Robín les dijo que solo se
quedaría dos semanas, mientras tanto les ayudaría en todo lo que pudiese .Y así
fue, Robín y la menor de las niñas, salían a pasear juntos, a correr, a bañarse al
lago etc. Fueron dos semanas muy
intensas para Robín, tanto que por un momento, se le olvidó la cruda realidad.
Llegó el día de marcharse, y ella se echó a llorar. Le dijo a Robín que
le iba a echar de menos. Mientras pronunciaba estas palabras, la inocente niña
se daba cuenta de que estaba enamorada de aquel grandullón- bonachón. Robín le dijo
que volvería a por ella para que se casaran y como prueba de ello le dejo el
único objeto que tenia de su padre, un collar.
Tras un día caminando Robín llego al castillo. Al abrir la puerta,
comprobó que no estaba el dragón y entró. La bruja al verlo se sorprendió y le
reconoció que no pensaba que sobreviviría. A pesar de lo molesta que estaba
porque hubiera conseguido cumplir las condiciones le devolvió a su cuerpo
normal. Robín se despidió de la bruja dándole las gracias por el abrigo de la piel
de oso, ya era suyo para siempre.
Al salir del castillo, Robín se dirigió a la aldea de la chica que le
había robado el corazón. Cuando le vio,
le reconoció inmediatamente por aquellos ojos inolvidables, y le beso…Ella
seguía llevando su colgante…
Fue el primer beso entre los otros muchos que se dieron durante toda una
vida, y vivieron felices hasta el fin de sus días.
Hola Esther, tu adaptación, mejor que corrección me ha parecido que tenía una mezcla de toque entre tiempos modernos, para que los niños lo entiendan mejor y un poquito de aquellos cuentos folklóricos de los que hablamos.
ResponderEliminarAl principio haces una introducción, creo que quizás un poco exhaustiva de toda la teoría y luego no comentas todos los cambios que realizas, que son bastantes aunque el hilo del cuento lo respetas. Me parece bastante bien aunque puede que los acontecimientos ocurran demasiado rápido y con pocas explicaciones. Me gusta la relación con la bruja pero las pruebas son un poco pobres. Y puede que al final el que el lleve un collar de su padre es un poco raro, ¿no crees?
Espero te ayuden mis comentarios
Montse
Perfecto, Esther, un gran trabajo.
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